En medio del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, las historias, curiosidades y lujos de Putin empiezan a adquirir protagonismo. Entre ellas, destaca una bestia de acero que utiliza para movilizarse vía terrestre: Aurus Senat L700, la referencia de su limusina a prueba de bombas y balas.
Este vehículo blindado ha sido característico de las visitas del mandatario desde mayo de 2018. Putin supervisó personalmente el proyecto para diseñar un automóvil fabricado en Rusia, en lugar de depender de marcas extranjeras como Mercedes, como había hecho anteriormente. El resultado es Aurus, nueva marca que busca ser un rival oriental de Rolls-Royce.
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Su blindaje es tal que resiste ataques de armas pesadas e incluso bombas de pequeño impacto. Funciona con neumáticos de Kevlar para mantenerlo en marcha cuando recibe disparos. En pocas palabras, parece estar diseñado para la guerra que inició.
Además, tiene la capacidad de mantener cómodamente a salvo a Putin y a los demás ocupantes cuando se sumerge completamente en el agua, algo así como un mini submarino, uno de los “fuertes” de la tecnología rusa.
Para mayor seguridad, los ocupantes que deseen cerrar las cortinas de las ventanas del automóvil pueden seguir viendo lo que sucede afuera en tiempo real, ya que cuenta con pantallas internas de última tecnología.
En el habitáculo destacan la tapicería de cuero, molduras decorativas de madera, detalles metálicos, un cuadro de instrumentos digital junto a una gran pantalla multimedia, asientos traseros reclinables, mesas plegables de tipo avión, nevera, etc.
Como curiosidad vale la pena reseñar que en 2019 la marca que ensambló la limusina fue denunciada por algunos fabricantes como Toyota, Lamborghini y Michelin ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea. Alegaron que Aurus se parece mucho a los nombres de los exitosos modelos Auris, Urus y Taurus, indicó la Revista Motor Pasión.
Algunas características especiales en este poderoso vehículo se mantienen en reserva. La Revista GQ señaló que cuando se le preguntó al director ejecutivo de Aurus, Franz Hilgert, respondió que no podía revelarlas.
No se conoce cuánto costó la limusina, pero la fabricación de la flota de 12 vehículos presidenciales tuvo un costo de 12.000 millones de rublos, unos 192 millones de dólares, informó el servicio ruso de la BBC.
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