Sobre las 4:50 a.m., hora colombiana, el portavoz oficial del Vaticano informó de la muerte de Benedicto XVI. Ratzinger fue el primer papa en dejar el cargo antes de su muerte en casi 6 siglos.

En 2013, el alemán dejó el papado para darle paso al argentino Francisco. Benedicto XVI explicó en su momento que tomaba la decisión para enfocarse en su salud que ya venía en deterioro desde esa época.

Este fue el aviso de la muerte del papa emérito:

“Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”, dijo en una carta abierta antes de que Francisco fuera elegido como nuevo papa, en marzo de 2013.

Ratzinger dejó el Palacio Apóstólico del Vaticano en febrero de 2013, pero no se fue muy lejos. El papa emérito continuó viviendo en la Ciudad del Vaticano hasta el día de su muerte.

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Desde que dejó el papado, en 2013, Benedicto XVI vivió en Mater Ecclesiae, un monasterio ubicado en la Colina Vaticana (emplazado dentro de los icónicos jardines del Vaticano).

El imponente monasterio tiene capillas, fuentes, 12 habitaciones, cocina, enfermería privada y hasta un huerto personal. El lugar era habitado por Ratzinger y sus colaboradores más cercanos que lo acompañaron hasta hoy.

Así luce el monasterio desde afuera:

Benedicto XVI vino a Latinoamérica, pero nunca pisó Colombia

Durante su pontificado visitó en dos ocasiones Latinoamérica, una cifra menor comparada con la de su antecesor Juan Pablo II, que realizó 26 viajes.

Benedicto XVI primero fue a Brasil del 9 al 14 de mayo de 2007 para inaugurar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM) en el santuario de Aparecida, la patrona del país, y allí trazó las líneas para una nueva Evangelización de América Latina.

Cinco años después fue a México y Cuba, del 23 al 29 de marzo de 2012, dos países en los que defendió la libertad religiosa y un futuro de paz y fraternidad para sus poblaciones.

Precisamente fue tras este viaje cuando el papa Benedicto XVI tomó la decisión de presentar su renuncia menos de un año después, según explicó en 2013 el entonces director del diario vaticano L’Osservatore Romano, Gian María Vían.

Benedicto XVI visitó los cinco continentes en menos de una década aunque principalmente sus viajes apostólicos fueron a Europa.