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José Antonio Kast, abogado y exdiputado, ha marcado un hito en la historia política chilena al convertirse en el primer defensor público del régimen de Augusto Pinochet en llegar a la presidencia desde el retorno a la democracia. Según la agencia EFE, la figura de Kast ha adquirido prominencia no solo por su triunfo electoral sino también por el fuerte vínculo con la tradición pinochetista, un aspecto infrecuente en la política de Chile tras la dictadura militar que finalizó en 1990.
Este dirigente político, que asumirá el poder el próximo 11 de marzo, pertenece al Partido Republicano y planea instaurar un programa de corte neoliberal, caracterizado por recortes importantes en el gasto estatal y una política de mano firme frente a la delincuencia y la migración irregular. Su llegada a la presidencia se da luego de recibir un amplio respaldo sobre la candidata de izquierda Jeannette Jara, un resultado que acentúa el giro político hacia la derecha de parte de la sociedad chilena.
La carrera de Kast ha estado marcada desde joven por su defensa del legado del general Pinochet. En 1988, con apenas 22 años y aún estudiando Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile, colaboró en la campaña mediática destinada a mantener al general en el poder mediante un plebiscito. Décadas después, en 2017, Kast reafirmó esta identificación al declarar en su primera campaña presidencial: "Si estuviera vivo, votaría por mí".
En América Latina, la irrupción de líderes que simpatizan abiertamente con las dictaduras militares no es inédita. Ejemplos recientes como los de Jair Bolsonaro en Brasil o Javier Milei en Argentina reflejan una tendencia regional. Sin embargo, en el contexto chileno, la presencia de un líder que no solo reconoce sino que reivindica el pinochetismo resulta novedosa desde el retorno democrático. Hasta el momento, el único derechista que había ocupado la presidencia de Chile era Sebastián Piñera, quien ejerció dos mandatos y se había manifestado en contra de la continuidad de Pinochet en el pasado.
El peso del legado familiar y personal de Kast también ha sido subrayado por académicos como Octavio Avendaño, de la Universidad de Chile, quien destacó para EFE que el nuevo presidente es "heredero de la tradición pinochetista" e incluso hermano de Miguel Kast, quien fuera un influyente ministro durante el régimen militar y presidente del Banco Central. Para muchos sectores de la derecha neoliberal chilena, Miguel Kast sigue siendo una figura inspiradora en términos económicos y políticos.
La victoria de José Antonio Kast representa entonces mucho más que el mero ascenso de un candidato conservador: es el regreso explícito, con apoyo popular, de una corriente política largamente apartada de la presidencia chilena en la era democrática. ¿Podrá este cambio influir en la región, o inaugural un nuevo ciclo en la historia política nacional?
¿Qué significa el término “pinochetista” y por qué resulta relevante en la política chilena actual?
El término “pinochetista” se usa para describir a quienes apoyan, justifican o reivindican la figura y las políticas de Augusto Pinochet, militar que gobernó Chile tras el golpe de Estado de 1973 y durante la dictadura hasta 1990. En el contexto contemporáneo, este concepto adquiere connotaciones sensibles, dado el peso histórico de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese periodo, así como la transformación económica de Chile bajo un modelo neoliberal que sigue generando divisiones políticas y sociales.
La llegada al poder de líderes que se definen como pinochetistas, como José Antonio Kast, reactiva debates sobre la memoria histórica, la justicia y el futuro modelo de Estado en Chile. Su ascenso pone a prueba los límites de la reconciliación política en la sociedad chilena y cómo se enfrentan los legados de la dictadura en el actual escenario democrático.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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