Escrito por:  Redacción Mundo
Nov 8, 2023 - 4:44 am

Situarse de lado de Israel o de Palestina parecen las dos opciones únicas hoy para el mundo por el conflicto que desató el grupo islamista Hamás al asesinar el pasado 7 de octubre a 1.400 israelíes y secuestrar a otros 240. Gobiernos democráticos como el de Colombia y Chile, y regímenes como los de Cuba, Nicaragua y Venezuela, solo para hablar de esta parte del mundo, se han alineado con el fin de criticar a Israel por la respuesta que viene dando al ataque del que fue víctima.

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A la acción terrorista siguió la reacción israelí que ha dejado, en un mes de guerra, más de 11.000 muertos (incluidos más de 4.000 de niños). El mundo clama para que Israel cese los bombardeos desde dos perspectivas: los países que condenan el ataque de Hamás, pero piden que la Franja de Gaza no sea martirizada (casi todo Occidente), y los que silencian la agresión de Hamás y ponen en el papel de agresor a Israel.

Para sensibilizar a los núcleos donde influyen, los detractores de Israel han apelado a la publicación de las imágenes dantescas que viene dejando la guerra, principalmente de niños muertos, sin considerar ningún código relativo a las precauciones que un editor o generador de contenido en redes sociales debería tener. La imagen descarnada (amarillismo puro y duro) se ha convertido en el principal argumento para convencer.

Ese es el caso del presidente colombiano, Gustavo Petro, que tan pronto comenzó la respuesta israelí al ataque de Hamás la descalificó con una andanada de comentarios en X (antes Twitter) y con el reposteo de imágenes perturbadoras sobre los horrores de la guerra. El sábado pasado, por ejemplo, Petro recogió una fotografía difundida por la cuenta Palestina Hoy en la que se ven los cuerpos de seis niños muertos, de entre uno y sietes años. Es algo a lo que apela con frecuencia.

Una imagen vale más ante la escasez de las palabras, parece ser la consigna, sin más consideraciones. Y debido a que un sector de la opinión mundial, incluido Petro, se empecina en ignorar el ataque inicial de Hamás y en no condenarlo, Israel también viene mostrando lo indescriptible, multiplicando las proyecciones en el extranjero de las crudas imágenes del asesinato de cientos de sus ciudadanos a manos de Hamás, lo que dio origen a su respuesta militar que hoy el mundo pide parar.

Israel muestra imágenes del ataque de Hamás

Después de las sedes de la ONU en Nueva York y Ginebra, Washington, Berlín, Bruselas, Madrid o Santiago de Chile, los 44 minutos de horror se proyectaron este martes en París a unos 50 periodistas. “Hemos hecho esta proyección en una treintena de países. Pensamos que es importante que la gente sepa qué pasó el 7 de octubre”, explicó a AFP el portavoz de la embajada de Israel en Francia, Hen Feder.

En momentos en que se oyen cuestionamientos, sobre todo en países árabes, sobre la realidad de la masacre, “tratamos de hacer llegar el mensaje a través de los medios” de comunicación de que la matanza fue algo bien real, agregó. El gran público no tiene acceso al film.

En París, una de las invitadas abandonó la sala llorando antes del final de la proyección. El resto vio las insoportables escenas en completo silencio. La pantalla mostraba cadáveres ensangrentados, calcinados y torturados de hombres, mujeres y niños; cuerpos que ya no lo parecen; tirados entre la maleza, en salones, en baños; un reguero de sangre de varios metros sobre unas baldosas claras…

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Israel afirma disponer de cientos de horas de imágenes extraídas de las cámaras corporales y de celulares de algunos de los cientos de combatientes de Hamás muertos o capturados, de las redes sociales del grupo islamista y de los teléfonos celulares de las víctimas y de los socorristas, indica la diplomacia israelí.

Las imágenes muestran también a hombres armados que matan a civiles, sobre todo en el kibutz (granja colectiva) de Beeri, donde 85 personas fueron asesinadas, 26 secuestradas y cuatro están desaparecidas; o acribillando a jóvenes que huían de un festival de música, donde más de 270 personas perdieron la vida, incluidos dos colombianos por los que Petro tampoco se ha pronunciado.

“Lo más difícil es la irrupción de una violencia atroz en los hogares de la gente”, subraya un periodista de AFP que vio las imágenes en Israel, afirmando que le atormenta la escena de un padre asesinado delante de sus dos hijos de no más de 12 años. Las cámaras de seguridad de su casa captarán a uno de los niños gritando: “¡¿Por qué sigo vivo?!”.

“Seguiremos presentando las atrocidades” de Hamás para “mostrar y recordar al mundo que nos enfrentamos a una organización terrorista cuyo objetivo es la destrucción de Israel”, afirmó el viernes en un comunicado el representante de Israel ante la ONU, Guilad Erdan. El diplomático denunció “la alegría de matar” que los comandos de Hamás dejan translucir en los videos, en los que se los ve reír y gritar “¡Allah Akhbar!” (“Dios es el más grande”, en árabe).

“Israel no se detendrá y no habrá cese el fuego hasta que logremos los objetivos que nos fijamos: destruir a Hamás y traer a casa a nuestros rehenes”, aseguró ese día Erdan tras una proyección en Nueva York ante decenas de diplomáticos extranjeros.

“No dejaremos de recordar al mundo la inimaginable crueldad de Hamás, sobre todo ahora que la operación en la Franja de Gaza se intensifica”, declaró en el mismo comunicado el cónsul general interino de Israel en Nueva York, Aviv Ezra. “Es importante que el mundo entienda por qué es clave que la operación continúe hasta que la amenaza de Hamás sea eliminada y que los rehenes vuelvan” a sus hogares.

En París, el portavoz Hen Feder rechazó cualquier vínculo entre las críticas que enfrenta Israel y la proyección del film. Esta estrategia de comunicación provoca polémica, según los expertos, en un momento en que la imagen de Israel se resiente en el extranjero por sus incesantes bombardeos en la Franja de Gaza.

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