En la plaza Alfredo Sadel, en el este de Caracas, una zona de mayoría opositora, Guaidó habló ante unas 2.000 personas, floja asistencia frente a las multitudinarias marchas que lideró en semanas pasadas en su pugna por el poder con Maduro.

“Llegamos al momento histórico: o somos presas del miedo, de la desesperanza, de la inacción (…) o nos mantenemos unidos en las calles, con esperanza, con fuerza”, lanzó Guaidó.

Once días después de la fracasada sublevación del 30 de abril liderada por Guaidó, que desató una ofensiva oficialista que se saldó con un diputado preso y varios refugiados o huidos, puñados de personas se congregaron en otras ciudades del país, mostraron imágenes de la prensa.

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Hoy le pido a Venezuela que no descansemos un solo día hasta lograr el cambio en Venezuela. Nosotros no lo vamos a hacer, a pesar de la persecución, del hostigamiento“, aseveró Guaidó, bajo riesgo de ser detenido tras perder su fuero parlamentario en abril.

Todos tenemos miedo por la represión, pero no podemos quedarnos en la casa“, dijo a la AFP Melquíades Rosales, un comerciante de 42 años que portaba una bandera venezolana de “luto”, con el negro reemplazando el amarillo, azul y rojo.

El analista Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, advirtió que si la “población se desmobiliza, estará entregando la única herramienta que tiene a su disposición y la única que depende de ella misma”.