La Comisión Europea señaló, tras una reunión con el presidente de AstraZeneca, que sus explicaciones sobre los retrasos anunciados en las entregas de las vacunas no dan las respuestas necesarias, por lo que le convocó a una nueva reunión y amenazó con emprender “acciones que sean necesarias para proteger a sus ciudadanos y sus derechos”

“La Comisión Europea quiere saber exactamente qué dosis se han producido y dónde por AstraZeneca hasta ahora, y a quién o a dónde se le han entregado. Las respuestas de la compañía no han sido satisfactorias por ahora. Y por eso se ha convocado otra reunión esta noche”, declaró en rueda de prensa la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.

Bruselas, que licita los contratos con los desarrolladores de vacunas en nombre de los países de la UE, fue informada el viernes pasado por AstraZeneca de que no cumpliría con las entregas firmadas y en las próximas semanas recibiría “considerablemente menos dosis que las acordadas”, dijo la comisaria en una comparecencia sin preguntas.

“Esos plazos no son aceptables para la UE”, agregó Kyriakides tras la reunión de los técnicos de los Veintisiete y de la Comisión con el presidente de AstraZeneca, Pascal Soriot.

Bruselas ha comprado 300 millones de dosis de ese laboratorio, así como otros 100 millones de dosis adicionales, suficiente para vacunar a 200 millones de personas.

“La Unión Europea ha prefinanciado el desarrollo de la vacuna y su producción y quiere ver el retorno (…). La UE quiere las dosis firmadas y prefinanciadas cuanto antes y queremos que el contrato se respete íntegramente”, agregó la comisaria, que señaló que la UE ha destinado en total 2.700 millones de euros a financiar a las farmacéuticas.

Fuentes europeas declinaron detallar qué financiación comunitaria ha recibido AstraZeneca, argumentando que no pueden desgranar “las cifras por empresa, ya que están cubiertas por cláusulas de confidencialidad”, del mismo modo que no es público el contrato con la farmacéutica sobre la entrega de las dosis.

No obstante, y para evitar problemas como el de AstraZeneca, que se suma a los retrasos iniciales de Pfizer-BionTech, en principio ya solucionados, la Comisión exigirá a partir de ahora a los laboratorios que adviertan anticipadamente “cuando quieran exportar dosis a otros países”, con excepción de las dosis con fines humanitarios.

Para ello, la comisaria señaló que Bruselas hará una propuesta para crear “un mecanismo de transparencia de exportación”.

El Gobierno de Italia, en cambio, sí ha anunciado que llevará a los tribunales a la farmacéutica por incumplir sus contratos, como ya ha hecho con el consorcio de Pfizer y BioNtech. Ese país estima que recibirá 3,4 millones de dosis en vez de ocho millones como estaba estipulado en el primer trimestre del año.

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Vacunación en Europa

No es solo AstraZeneca, pues los retrasos anunciados la semana pasada en la entrega de la vacuna Pfizer/BioNtech ya han provocado la ira de los países europeos.

“Creemos que Pfizer tiene la culpa en este momento”, criticó en la Stampa el sábado el dirigente de la célula de crisis italiana para la pandemia, Domenico Arcuri, y confirmó que Italia tenía la intención de demandar al laboratorio estadounidense.

“La reducción del 20% de los suministros de vacunas Pfizer no es una estimación, sino una triste certeza”, dijo, e insistió en que el derecho a la salud de los italianos no es “negociable”.

El viernes, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, pidió a Pfizer “que cumpla con sus compromisos” de entregas.

La vacuna AstraZeneca tiene la ventaja de ser más económica que la de sus rivales. También es más fácil de almacenar y transportar, pues la de Pfizer/BioNTech debe mantenerse a temperaturas muy bajas (-70ºC).

La pandemia ha causado casi 700.000 muertes en la región de Europa, donde casi 32 millones de personas han sido infectadas. Sólo en los 27 países de la UE se han registrado cerca de 18,5 millones de casos y 443.231 muertes.