Los dos hombres que presentaron la demanda, James Blassingame y Sidney Hemby, dicen que sufrieron “heridas físicas y psicológicas” en los enfrentamientos que, según ellos, fueron fomentados por Donald Trump, quien entonces pasaba sus últimos días en la Casa Blanca y se negaba a reconocer la victoria de Joe Biden.

Los insurrectos fueron incitados por el comportamiento de Trump, que durante varios meses hizo creer a sus seguidores que estaba a punto de ser sacado a la fuerza de la Casa Blanca por un fraude electoral masivo“, dicen en la demanda presentada en una corte federal en Washington.

“La horda insurrecta, a la que Trump había exacerbado, animado, incitado, dirigido e instigado, entró a la fuerza y sobrepasó a los demandantes y a sus compañeros, persiguiéndolos y atacándolos”, continúa.

Blassingame, un policía afroestadounidense con 17 años de trabajo en el Capitolio, dice que terminó herido en la cabeza y la espalda y  sufrió secuelas psicológicas tras lo ocurrido. También dice haber sido víctima de agresiones racistas por parte de los seguidores del entonces presidente.

Hemby, con 11 años en el puesto, sufrió heridas en las manos y rodillas tras ser golpeado contra las puertas del Capitolio, y fue rociado con productos químicos en su rostro y cuerpo durante el ataque.

Además, un policía murió y decenas de otros agentes resultaron heridos en el episodio.

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Los dos agentes reclaman compensaciones de al menos 75.000 dólares cada uno, así como un monto no develado por daños punitivos.

Por este caos en Estados Unidos, al expresidente le hicieron un juicio en el Congreso, donde se mostró un video de las violentas acciones de los ciudadanos para tomarse el Capitolio; con esa grabación intentaban culpar a Trump de incitar el asalto.

No obstante, el Senado decidió absolverlo de cualquier responsabilidad en el asalto al Capitolio del 6 de enero.