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Este artículo fue curado por pulzo   Nov 18, 2025 - 12:05 pm
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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó el lunes, con votación de 13-0 y las abstenciones de China y Rusia, la creación de una fuerza internacional de estabilización para Gaza, pensada en Washington por el Gobierno de Donald Trump.

El texto estipula que la misión tendría la labor de asegurar las fronteras de la Franja con Israel y Egipto; proteger a los civiles y los corredores humanitarios; y capacitar a una nueva fuerza policial palestina, cuyos miembros serán seleccionados bajo criterios de seguridad y profesionalismo.

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Los países que integrarán la fuerza internacional serán elegidos “en estrecha consulta y cooperación” con Egipto e Israel, explica la resolución aprobada el lunes. La ISF funcionará hasta diciembre de 2027, sujeta a la renovación del Consejo de Seguridad de la ONU.

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La iniciativa, basada en el plan estadounidense de 20 puntos que condujo a un frágil alto el fuego en la Franja, contempla la constitución de una Junta de Paz presidida por el propio Trump y es concebida “como una administración transitoria” que supervisaría la reconstrucción de Gaza y coordinaría el despliegue de la fuerza internacional. 

El texto también indica que las fuerzas israelíes se retirarían completamente una vez la ISF restablezca el control operativo y de seguridad en todo el territorio.

Otra labor de la mision de seguridad es garantizar un proceso de desmilitarización de Gaza, incluyendo la destrucción de la infraestructura militar y “el desarme permanente de los grupos armados no estatales”. Para esto, la resolución autoriza a “utilizar todas las medidas necesarias para cumplir su mandato” de conformidad con el derecho internacional.

Hamás, en desacuerdo

Mientras el mundo celebraba un aparente consenso para avanzar hacia la normalización en Gaza, el grupo islamista Hamás comunicaba su rechazo a la iniciativa, al considerarla una “tutela extranjera” sobre el territorio palestino.

“Asignar a la fuerza internacional tareas y roles dentro de la Franja de Gaza, incluyendo desarmar a la resistencia, le quita su neutralidad y la convierte en parte del conflicto a favor de la ocupación”, aseguró el grupo militante, que apuesta por un modelo de fuerza internacional “bajo la supervisión de la ONU” —no de la Junta de Paz— que se despliegue únicamente “a lo largo de las fronteras de Gaza para vigilar el alto el fuego”.

El plan de 20 puntos de Trump establece que los miembros de Hamás “que se comprometan a la coexistencia pacífica y a entregar sus armas recibirán amnistía“, y que los miembros que deseen marcharse tendrán paso seguro a terceros países. 

Eso sí, obliga a Hamás a renunciar a cualquier rol en el gobierno de Gaza, aunque no hay ninguna cláusula que exija explícitamente que el grupo militante islamista se disuelva o abandone el territorio palestino.

Mike Waltz, embajador de Estados Unidos ante la ONU, afirmó en la antesala de la votación en el Consejo que “desmantelar el control de Hamás, garantiza que Gaza se levante libre de la sombra del terror, próspera y segura”.

Otras facciones armadas palestinas, en la línea con Hamás, rechazaron desde el lunes la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en un comunicado en sus redes sociales en el que afirman que el plan “atenta contra el derecho de los palestinos a la autodeterminación y su legítima aspiración a obtener su soberanía nacional”.

Decenas de facciones armadas palestinas coexisten en Gaza, entre las más destacadas están las Brigadas Al Qasam (brazo armado de Hamás), las Brigadas al Quds (brazo armado de la Yihad Islámica), las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (brazo armado de Fatah), el Frente Popular para la Liberación de Palestina y los Comités de Resistencia Popular.

Varias naciones árabes y musulmanas han manifestado en las semanas previas su interés de integrar la fuerza internacional, siempre que la iniciativa contara con el aval del Consejo de Seguridad.

Presión sobre Netanyahu

Un día después de la votación favorable en Nueva York, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió la expulsión de Hamás de Medio Oriente, pese a haber apoyado públicamente el plan de EE. UU. durante una visita a la Casa Blanca a finales de septiembre.

El texto de la resolución afirma que “podrían darse las condiciones para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino”, una vez que la Autoridad Palestina haya llevado a cabo un programa de reformas y haya avanzado la reconstrucción de Gaza.

“Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político para la coexistencia pacífica y próspera”, apunta el documento.

Pero el primer ministro Benjamin Netanyahu, presionado por miembros de derecha de su gobierno, declaró el domingo que Israel seguía oponiéndose a un Estado palestino y prometió desmilitarizar Gaza “por las buenas o por las malas”.

Las declaraciones llegaron tras las protestas de los aliados de la coalición de extrema derecha como respuesta al plan de Estados Unidos y que fija una ruta para la autogobernanza palestina. Netanyahu se opone incluso a cualquier participación de la Autoridad Palestina en la administración de Gaza.

La ambivalencia de Israel y el rechazo Hamás a la resolución del Consejo de Seguridad anticipa grandes obstáculos para la implementación total del acuerdo de alto el fuego en Gaza, del cual solo se ha ejecutado la primera de tres fases.

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La etapa inicial estuvo marcada por el intercambio de rehenes y prisioneros entre Tel Aviv y Hamás, así como la repatriación de decenas de cuerpos. La segunda fase afronta el gran desafía de concretar los pasos a seguir para la desmilitarización del territorio y la autogobernanza de Gaza.

Consenso en tiempos de crisis

El respaldo del Consejo de Seguridad confiere autoridad jurídica internacional a la misión de seguridad multinacional, considerada necesaria por los países que potencialmente aportan tropas y por los donantes. 

La votación probó el poder del Consejo de Seguridad para llegar a consensos, en medio de una crisis de legitimidad por su incapacidad para detener los conflictos de Gaza y Ucrania, principalmente por el poder de veto que tienen cinco naciones con intereses diversos (China, EE. UU. Rusia, Francia y Reino Unido).

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Donald Trump, que semanas atrás atacó el multilateralismo en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, felicitó el lunes “al mundo por la increíble votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

France 24 con Reuters y AP.

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