Durante unas inmersiones nocturnas en bosques de algas marinas en hábitats de icebergs en el sureste de Groenlandia en agosto de 2019, investigadores del Museo Americano de Historia Natural lograron observar especímenes juveniles de peces caracol que exhibían biofluorescencia verde y roja en patrones anatómicos.

“En general, encontramos que la fluorescencia marina es bastante rara en el Ártico, tanto en los linajes de invertebrados como de vertebrados”, señaló John Sparks, curador del Departamento de Ictiología del Museo Americano de Historia Natural y uno de los autores del estudio, citado por esa institución. “Así que nos sorprendió encontrar estos peces caracol juveniles con una fluorescencia brillante no solo en uno, sino en dos colores diferentes, lo cual es muy inusual en una sola especie”.

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El hallazgo fue publicado en la revista American Museum Novitates. La biofluorescencia en peces tropicales que viven en regiones donde hay una cantidad uniforme de luz del día durante todo el año es muy conocida. Se cree que se trata de una capacidad que puede ser útil en situaciones de comunicación y de apareamiento. El propio Sparks ayudó a identificar más de 180 nuevas especies de peces que biofluorescen en 2014.

El Ártico, sin embargo, es una zona del planeta bastante particular. Allí los días pueden ser increíblemente largos o increíblemente cortos y los científicos querían comprobar cómo los períodos prolongados de oscuridad afectaban la capacidad de biofluorescencia de los peces. “El régimen de luz en los polos proporciona meses de invierno de oscuridad casi total, donde la biofluorescencia no sería funcional”, explicó David Gruber, investigador asociado del Museo y profesor de biología.

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Dado los meses de verano con el sol de medianoche, los investigadores plantearon la hipótesis de que la biofluorescencia podría estar presente. La especie que encontraron brilla en rojo y en verde, un raro ejemplo de múltiples colores fluorescentes emitidos por un solo organismo.

“Ahora estamos centrando nuestros esfuerzos en determinar la función de la fluorescencia en varios grupos de peces, incluidos los tiburones gato, donde hemos demostrado que la fluorescencia verde brillante mejora el contraste en su patrón de pigmentación, lo que facilita que se vean entre sí en profundidad”, finalizó Sparks.