Las autoridades de la capital de la región noroccidental China de Xinjiang, Urumqi, anunciaron este sábado que comenzarán a retirar las restricciones anticovid en algunas partes de la ciudad, confinada desde agosto, tras la polémica en redes por la muerte de 10 personas en un incendio.

El fuego comenzó en el decimoquinto piso de un edificio residencial la noche del jueves y no fue hasta cerca de tres horas después cuando los bomberos terminaron de extinguir las llamas y extraer a nueve heridos, que tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios para ser tratados por inhalación de humo.

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Numerosos usuarios mostraron su indignación por el suceso en las fuertemente censuradas redes sociales del país asiático, donde circulaba un vídeo que supuestamente mostraba a un camión de bomberos rociando con agua el edificio desde la lejanía por no poder acercarse más debido a que la urbanización se encontraba confinada.

En una rueda de prensa, las autoridades locales aseguraron que el camión tuvo dificultades para llegar al edificio porque la vía que conducía a él estaba ocupada por vehículos aparcados, y apuntaron que el bloque había sido calificado como “zona de riesgo bajo” el pasado día 12, por lo que sus residentes habían podido salir de él de forma escalonada a partir del día 20.

Según el diario hongkonés South China Morning Post, las bases de datos de zonas de riesgo de la Comisión Nacional de Sanidad de Xinjiang no muestran que la calificación de la urbanización Jianxiang -donde se encontraba el edificio- hubiese cambiado a “zona de riesgo bajo”.

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Asimismo, las autoridades afirmaron que la propagación del incendio se debió a que la puerta cortafuegos de la planta donde se originó estaba abierta y que algunos de los residentes no pudieron huir porque no estaban familiarizados con las salidas de emergencia.

Según el portal especializado What’s on Weibo, la etiqueta con la que los internautas debatían sobre la citada rueda de prensa en la red social Weibo -equivalente local de Twitter, censurado en el país- había recibido más de 160 millones de visitas tan solo 30 minutos después de su comienzo.

Muestras de indignación

Ese mismo portal asegura que otra de las etiquetas que aludía al incendio recibió más de 1.500 millones de visitas pero no figuraba en la lista de tendencias, lo que apuntaría a que había sido excluido por los censores de la plataforma.

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Algunos de los mensajes publicados por los usuarios no solo ofrecen condolencias por los fallecimientos sino que muestran su indignación por el hecho de que estas personas pasaran los últimos 100 días de su vida confinados en sus casas, en una muestra más del creciente descontento de parte de la población china con las duras restricciones impuestas en el marco de la política de ‘cero Covid’.

Uno de los comentarios comparaba el suceso con la muerte de 27 personas en un accidente de autobús el pasado septiembre en la provincia de Guizhou (sur) mientras eran trasladadas a un centro de cuarentena de madrugada: “La historia se repite una vez más, y es la gente corriente la que paga el precio”.

Otro vídeo circulado en redes muestra una supuesta protesta en la noche de este viernes en las calles de Urumqi, protagonizada por una multitud de ciudadanos que exigen el final del confinamiento mientras un funcionario gubernamental, megáfono en mano, trata de calmarlos.

Tras el suceso y la oleada de indignación, el Gobierno de Urumqi anunció esta mañana que la ciudad ha conseguido detener la transmisión a nivel comunitario del coronavirus y que “restablecerá gradualmente el orden en la vida de los ciudadanos en las zonas de riesgo bajo”, según informa el diario oficial Global Times.

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Sin embargo, matizaron las autoridades, todavía quedan algunas zonas consideradas de “riesgo alto” de contagio, que permanecerán confinadas ya que “los logros de (la campaña de) prevención y control (de contagios de covid) deben ser consolidados continuamente”.

Pese al impacto económico y al citado descontento entre algunos sectores de la población china, las autoridades nacionales siguen enrocadas en la política de ‘cero Covid’, de la que aseguran que es la “más económica y científica” y que ha salvado millones de vidas.