Los trabajadores de la planta de Foxconn, empresa taiwanesa proveedora de la estadounidense Apple y una de las principales ensambladoras del iPhone, salieron de sus residencias durante la madrugada empujando a guardias enfundados en trajes EPI, según videos reproducidos en plataformas como Twitter, vetada en China.
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Algunos de los guardias golpearon a los trabajadores mientras multitudes de personas trataban de abrirse paso a través de las barricadas y protestaban por los salarios, la comida durante el encierro o la acumulación de basura.
En octubre, imágenes de trabajadores con sus enseres saltando las vallas de la factoría y yendo hacia sus lugares de origen a pie por las carreteras debido a la paralización parcial del transporte público en la ciudad despertaron la indignación de los internautas chinos.
Poco antes del éxodo de empleados, la empresa había desmentido rumores de que 20.000 de los aproximadamente 350.000 trabajadores de la planta se habían contagiado de coronavirus.
Después de la escapada de los obreros, Foxconn anunció un aumento de los sueldos diarios para atraer empleados y bonificaciones para que volvieran los que se habían marchado. La planta necesita contratar unos 10.000 trabajadores para normalizar la cadena de producción, según la prensa local.
Entonces, se avisó a los trabajadores que debían permanecer en cuarentena una semana en hoteles, y solo entonces y tras obtener resultados negativos en varias pruebas PCR podrán entrar a las instalaciones.
Desde 2020, grandes fábricas en China como la de Foxconn en Zhengzhou, capital de la provincia de Henan (centro), han respondido a rebrotes en las áreas cercanas instaurando el “circuito cerrado”, que aísla a los trabajadores durante largas temporadas en las instalaciones para evitar contagios del exterior y mantener la producción, lo que ha causado en ocasiones protestas por las malas condiciones sanitarias o por la falta de víveres.
China permanece aferrada a la política de ‘cero covid’, que consiste en el aislamiento de todos los contagiados y sus contactos cercanos, estrictos controles fronterizos, restricciones a la movilidad y campañas de pruebas PCR masivas allá donde se detecta algún caso.
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