Chile celebró una segunda jornada feminista luego del anual y masivo encuentro del 8 de marzo, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de la Mujer. A pesar del fuerte sol, las manifestantes llegaron hasta el Palacio de la Moneda, copando la avenida más grande de Santiago.
“Hoy nos volvemos levantar en una huelga general, porque el movimiento da un paso adelante en este proceso de revuelta popular. Queremos decir que hoy en día nuestras vidas son un problema político”, manifestó Javiera Manzí (vocera de la Coordinadora Feminista 8M).
En el resto de las regiones del país austral se convocaron una treintena de manifestaciones feministas, que reunieron a mujeres de todas las generaciones y que transcurrieron sin incidentes graves.
Aunque la Policía chilena indicó que hubo una baja asistencia a las movilizaciones, las organizaciones sociales –incluida la Coordinadora Feminista 8M– y los medios presentes afirmaron que en estas participaron 2 millones de personas.
El movimiento en favor de la mujer ha estado presente desde el inicio de las protestas en Chile en octubre pasado, cobrando especial fuerza con la interpretación del colectivo Las Tesis “Un violador en tu camino”.
El país austral vive su convulsión social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que empezó siendo un llamamiento de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa y se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo.
En abril se llevará a cabo un histórico plebiscito para decidir si se entierra la actual Carta Magna, heredada de la dictadura, y cuya derogación se ha convertido en una las principales consignas de las manifestaciones desde hace más de cuatro meses.
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