Portal de economía y negocios especializado en información del dólar, bolsas de valores, inversiones, otros mercados de capitales, indicadores económicos, criptomonedas, empresas y economía de bolsillo, entre otros temas del día a día.
El mercado laboral de Estados Unidos evidenció un enfriamiento en agosto, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés), con apenas 22,000 empleos no agrícolas creados, cifra considerablemente inferior a los 75,000 previstos por analistas encuestados por Dow Jones. La tasa de desempleo ascendió a 4.3%, el nivel más alto en casi tres años, lo que alimenta la incertidumbre en torno al futuro de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed). Esta desaceleración, confirmada por revisiones a la baja de los meses anteriores, contrasta con el crecimiento revisado de 79,000 empleos en julio y la corrección a datos de junio, que mostraron una pérdida neta de 13,000 puestos laborales.
De acuerdo con el informe original, estos datos refuerzan la expectativa de que la Fed podría considerar un recorte de 0.25 puntos porcentuales en la tasa de interés en su encuentro del 17 de septiembre. Esta medida buscaría estimular la economía ante señales concretas de ralentización. El crecimiento salarial promedio mensual se situó en 0.3%, alineado con las previsiones, y el incremento interanual fue del 3.7%, ligeramente por debajo de lo esperado. Por sectores, el área de la salud destacó con la creación de 31,000 nuevos puestos, seguida de la asistencia social con 16,000 empleos, mientras que el empleo disminuyó en ramas como el gobierno federal, la manufactura y el comercio mayorista.
La tasa de participación laboral alcanzó el 62.3%, lo que significa que más personas ingresaron al mercado de trabajo. A pesar de este aumento en la fuerza laboral y en el número de empleos registrados en la encuesta de hogares, el desempleo creció, evidenciando tensiones persistentes. Además, la tasa ampliada de desempleo, que contempla trabajadores subempleados y desalentados, subió al 8.1%, su cifra más alta desde octubre de 2021, lo que denota desafíos estructurales en la recuperación laboral, según el análisis publicado por la BLS.
Expertos del Brookings Institution argumentan que la menor creación de empleo no necesariamente significa una recesión inminente, sino un período de adecuación posterior a la recuperación tras la pandemia. Sin embargo, advierten sobre riesgos como el freno de la economía global y el impacto de aranceles comerciales, los cuales pueden limitar el crecimiento laboral futuro y reducir el atractivo para nuevas inversiones, tal como se señaló en el informe del Brookings Institution de 2025.








El Peterson Institute for International Economics resalta que la variación en la composición de los empleos —con un peso creciente de los servicios sociales y de salud frente a los recortes en manufactura o gobierno— ilustra tendencias estructurales en la economía estadounidense. Estas tendencias reflejan una transición hacia sectores menos ligados a capital físico y más dependientes de factores demográficos y de políticas públicas.
En el plano institucional y político, el reporte surge bajo controversias en la dirección de la BLS tras la salida de Erika McEntarfer y la llegada interina de William Wiatrowski. Las recientes nominaciones han sido cuestionadas, lo que podría incidir en la percepción y en la medición oficial de los datos laborales, introduciendo incertidumbre adicional sobre las estadísticas y su interpretación, según lo reflejado en el informe original.
Por otra parte, analistas del Wall Street Journal sostienen que la Fed podría aprovechar la ralentización para bajar las tasas y brindar soporte al crecimiento económico, sin reavivar la inflación. No obstante, advierten que una debilidad excesiva del mercado laboral podría minar la confianza de los consumidores y de los mercados, complicando el equilibrio entre el combate a la inflación y la protección del empleo.
En síntesis, el informe de agosto no solo da cuenta de la ralentización económica y laboral, sino que revela tensiones estructurales que marcarán las decisiones de política monetaria, de inversión y de bienestar en los próximos meses. Estados Unidos enfrenta así una coyuntura crítica tras años de recuperación pospandémica, donde cada dato adquiere especial importancia para anticipar el rumbo económico nacional.
¿Cuáles son los sectores más vulnerables ante la ralentización laboral?
Durante periodos de desaceleración laboral, sectores como la manufactura, el comercio mayorista y el empleo gubernamental tienden a ser más susceptibles a pérdidas de empleos. De acuerdo con el informe de la Oficina de Estadísticas Laborales, estos sectores registraron caídas en agosto, en contraste con áreas como la salud o la asistencia social, que mantuvieron crecimiento. Esta vulnerabilidad puede atribuirse a la dependencia de inversiones de capital y al impacto de políticas económicas globales, factores que afectan directamente las decisiones de contratación y despidos, según lo analizado por expertos citados en el artículo.
El conocimiento sobre qué sectores son más vulnerables ayuda a entender la composición del desempleo y los retos particulares que enfrenta la economía. Las tendencias detectadas reflejan cambios en la estructura productiva, así como en la demanda de habilidades y ocupaciones, aspectos que deben ser considerados en las respuestas gubernamentales y empresariales para impulsar una recuperación sostenible.
¿Qué es la tasa ampliada de desempleo y por qué es importante?
La tasa ampliada de desempleo, mencionada en el informe de la BLS, incluye a trabajadores subempleados y desalentados. Es decir, no solo se toma en cuenta a quienes buscan empleo activamente, sino también a quienes trabajan menos horas de las que desean o han dejado de buscar por haber perdido la esperanza de encontrar un puesto adecuado.
Esta medida resulta esencial porque permite dimensionar verdaderamente el estado del mercado laboral, identificando la magnitud de personas afectadas por situaciones de empleo precario o insuficiente. Un incremento —como el registrado en agosto al 8.1%— es indicativo de desafíos estructurales y advierte sobre la necesidad de políticas más específicas para atender a quienes, aunque técnicamente no figuren como desempleados, tampoco cuentan con una inserción laboral satisfactoria.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO