Pasados más de dos años desde el día en que decidieron separarse, Sara Uribe decidió contar cómo fue su regreso al país, luego de que acabó su relación con Fredy Guarín. La modelo contó una dura enfermedad que la atacó en aquel momento y que la llevó a dejar Brasil, donde estaba viviendo con el futbolista.

La situación no fue nada fácil. Luego de mucho pensarlo, la antioqueña dejó su vida allá para devolverse a Colombia con su hijo y Natalia, una mujer que la acompañaba allá y le ayudaba con Jacobo, el pequeño hijo de Sara y Fredy.

“Yo le dije: ‘Nata, no hay ni una cuchara’. No sé cómo va a hacer nuestra vida. Ella respondió: ‘Vámonos’. No sabíamos a dónde íbamos a llegar. Yo tenía un dolor en el alma y lloraba mucho en el avión. Se me caía la vida. Se me derrumbaba. Tener que dejar a alguien amándolo con todo mi ser y mi corazón. Dejar una vida que para muchas personas era de ensueño y venirme con lo que teníamos. Yo pensaba qué cara le doy al mundo. Cómo le digo que debo volver a empezar. Me sentía enferma”, dijo ella en sus redes sociales.

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A pesar de que la modelo tenía la casa que se había ganado en Protagonistas, ella no tenía a dónde quedarse y le tocó recurrir a un amigo para que le diera una mano. “Veníamos en el avión con Nati y llamo a un amigo mío y le digo ‘vení, no tengo a dónde llegar. Recógeme en el aeropuerto con mis maleticas, mis cosas, mi niño y préstame un apartamento de los tuyos. Él me dijo allá no hay nada; no hay ni nevera, ni cuchara, ni cortinas. Yo le dije ‘No importa. Yo llego allá’”.

En su cuenta de Instagram, Sara Uribe mostró el apartamento en el que vivió por unos días y en el que no tenía ni cortinas.

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El final de su relación no era fácil. Volver a Colombia significaba un gran cambio en su vida porque su reputación no era la mejor, pues las acusaciones por entrar en la vida de Guarín al poco tiempo de que él terminó su relación con Andreina Fiallo la hacían una mujer a la que criticaban mucho las personas. Eso tenía una relación directa con su trabajo porque, según dijo, muchas marcas le cerraron la puerta y no la contrataban.

Sacando su garra antioqueña, Sara Uribe se las arregló y con la mujer que la acompañaba adecuó el apartamento que les habían prestado para acomodarlo lo mejor posible para ellas dos y su hijo.

“Cuando me regresé de Brasil no tenía ni celular porque lo había perdido. No tenía cómo comunicarme con nadie. Nos comunicábamos del celular de Natalia. No tenía ni un celular para yo grabar mis videos y poder trabajar. Empezamos a buscar marcas que me regalaran un celular a cambio de publicidad y nadie quería hacerlo”, recordó.

Con el pasar de los días pudo tener más comodidades gracias a que alquiló una lavadora, ponía a secar las cosas en el patio. “Nunca me morí de hambre“, dijo la mujer que asegura que fue capaz de salir de donde no quería estar.

La modelo colombiana recuerda esta historia más de dos años después de los hechos no por nada malo, sino porque actualmente vive una buena situación personal que le permite tener algunas comodidades con las que no contó en aquel momento. De hecho, reflexiona, su historia es una muestra de que las mujeres pueden salir adelante solas, pues son varias las que en el país deben asumir una maternidad sin un hombre al lado.

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Aunque ella no despotricó de Fredy Guarín, nunca mencionó qué pasaba con él en esos primeros días que ella estuvo en Colombia, pero sí dijo que tiempo después tuvieron una conversación en la que ella le pidió que ayudara con unos muebles para el hogar y él los dio.