“Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, Marcos, nuestro compañero y amigo, finalmente partió”, plasma un comunicado oficial que da cuenta del deceso.

En enero pasado se anunció que Mundstock, quien además era locutor radiofónico y participó como actor en diversas películas, debería prolongar durante todo 2020 la licencia médica que lo mantenía alejado de los escenarios, debido a una enfermedad que no se desveló, y guardar reposo.

Con su muerte ya son tres los miembros fundadores de Les Luthiers —grupo de músicos, actores y humoristas muy popular no solo en Argentina, sino en el resto de Latinoamérica y en España— fallecidos, después de Gerardo Masana, en 1973, y Daniel Rabinovich, en 2015.

“De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia. Pero no hoy. Pensar hoy en partidas o ausencias nos resulta demasiado triste. Hoy preferimos evocar todo lo que Marcos nos brindó y conservaremos con nosotros para siempre”, añade el comunicado emitido este miércoles.

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El famoso, nacido en Santa Fe el 25 de mayo de 1942,  era apodado ‘Pelado’ y junto a su familia se mudó a Buenos Aires a los seis años. Comenzó de joven la carrera de ingeniería, que abandonó en tercer año, y estudió locución, al tiempo que ingresaba al coro de ingeniería, donde conoció a los futuros integrantes de Les Luthiers.

En el grupo canalizó su vocación por la escritura y el humor, y era el encargado de leer las introducciones de las obras. Era considerado el integrante menos musical de la formación, ya que solo tocaba algún instrumento de viento (como el gom-horn, una especie de trompeta hecha con una manguera y un embudo creada por los propios Les Luthiers) y algunos de percusión, pero se destacaba por su capacidad actoral.

“Su grave y profunda voz, su porte serio (aunque a veces también muestra su lado payaso) y sus grandes cualidades para escribir e interpretar textos humorísticos son algunas de sus múltiples cualidades”, subraya el obituario oficial.

Su entorno remarca también su “compañerismo”, tanto en lo profesional y en lo personal y su capacidad para respetar las opiniones ajenas, “aún en la disidencia”, así como sus “chistes cotidianos, rápidos y asombrosamente ingeniosos”.

“Nos quedará su profesionalismo. Su autoexigencia, su ética de trabajo y su respeto extremo por el público, valores que todos compartimos y que él defendió desde el momento de la creación misma de Les Luthiers. […] Nos quedarán tantas cosas de Marcos, que aun en medio de la tristeza y el dolor que estamos viviendo, no podemos dejar de agradecer a la vida, y de sentirnos privilegiados de haber recorrido con él todo este tramo del camino”, concluye el comunicado difundido este 22 de abril.