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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 6, 2025 - 5:14 pm
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El nombre de Hildemaro está íntimamente ligado a la salsa romántica en América Latina, un género musical singular que sobresale por su capacidad para transmitir emociones profundas a través de melodías cuidadas y letras sentimentales. Originario de Caripito, Venezuela, Hildemaro dio sus primeros pasos en el mundo de la música desde muy joven, al participar en programas infantiles y festivales de su región natal. Este temprano contacto con el escenario marcó el inicio de un camino artístico que, tras obtener el primer puesto en el Festival de la Canción Inédita en 1976, lo llevó a consolidarse como una figura sobresaliente en el mundo de la salsa romántica, donde es ampliamente reconocido por su distintiva voz, mezcla de fuerza y ternura, lo que le valió el apodo de “El sonero del amor”.

Antes de emprender su trayectoria como solista, Hildemaro formó parte de varias agrupaciones emblemáticas de Venezuela, incluyendo Los Satélites de Michel Mendoza, Supercombo Tropical, Orquesta Ideal y Los Melódicos de Renato Capriles. Su paso por estos ensambles forjó su disciplina y refinó su técnica vocal, experiencia que sería clave en la configuración de su sello personal. La canción “La primera vez” marcó un punto de inflexión en su carrera, alcanzando tal popularidad que se convirtió en un himno del género en Cali, Colombia. Según un análisis realizado por la revista Billboard, este tipo de piezas refuerza el sentido de identidad y nostalgia entre las comunidades latinas, especialmente en aquellos que viven fuera de sus países de origen.

Uno de los logros más relevantes de Hildemaro consiste en la transformación de baladas de intérpretes como Roberto Carlos y Miguel Gallardo en versiones al ritmo de salsa, un trabajo que desarrolló junto a Willy Risken, Billy Risken y José “Flaco” Bermúdez. Esta colaboración enriqueció el género, acercándolo a un público más diverso y permitiendo un diálogo musical entre la balada y la salsa romántica. El esfuerzo por dotar a cada interpretación de una genuina actuación emocional fue una filosofía artística inspirada en Sandro de América, quien consideraba inseparables el canto y la actuación.

En el plano sociocultural, la salsa romántica emergió en los años setenta y ochenta como una vertiente que contrasta con la salsa “dura” por su énfasis en lo sentimental. Estudios citados por Musicology Today destacan que artistas venezolanos como Hildemaro dieron una identidad auténtica al subgénero, al equilibrar emoción y melodía e imprimirle elementos propios de la riqueza cultural de Venezuela. La influencia de su música traspasó fronteras, consolidándose en países como Colombia, donde ciudades como Cali son reconocidas internacionalmente como referentes de la salsa, lo que revela la profunda conexión entre ambas naciones a través de este género.

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Actualmente, la salsa romántica enfrenta desafíos ante el avance de nuevas tendencias musicales y la digitalización de la industria. Sin embargo, el legado de Hildemaro permanece relevante gracias a su vigencia en plataformas digitales y al esfuerzo de instituciones como la Fundación Ritmo&Pasión en Colombia, que impulsan la formación de nuevas generaciones y aseguran la continuidad de la tradición salsera. Así, la obra de Hildemaro representa una invaluable contribución a la música tropical latinoamericana y ofrece un testimonio vivo del intercambio cultural en la región.

¿Cómo influyó la salsa romántica venezolana en la identidad musical de América Latina? La pregunta adquiere relevancia considerando el impacto que músicos venezolanos como Hildemaro han tenido más allá de sus fronteras nacionales. La identidad musical de una región no se da en el vacío, sino que se construye a partir del intercambio y la relectura de géneros e influencias. En el caso de la salsa romántica venezolana, su capacidad para incorporar baladas y elementos propios del folclore local le permitió dialogar con el movimiento de la salsa en otros países, especialmente en Colombia, donde este subgénero alcanzó reconocida importancia. La interacción entre las escenas musicales de Caracas y Cali ejemplifica cómo el género funge tanto como vehículo de expresión individual como de cohesión cultural.

El protagonismo de la salsa romántica venezolana reside, según investigaciones como las presentadas por Musicology Today, en su habilidad para preservar los matices emocionales del romance y la nostalgia. Esto contribuye no solo al enriquecimiento del repertorio latinoamericano, sino que también fortalece una identidad regional que trasciende las divisiones geográficas y ahonda en la memoria colectiva.

¿Qué retos enfrenta la preservación de la salsa romántica hoy? Esta interrogante cobra importancia en un contexto de acelerados cambios tecnológicos y socioculturales. El auge de plataformas digitales y el predominio de ritmos urbanos representan una amenaza a los géneros tradicionales, desplazando en la programación musical a expresiones como la salsa romántica. Organizaciones especializadas, como la Fundación Ritmo&Pasión citada en el artículo, han buscado contrarrestar esta tendencia mediante el apoyo a nuevos talentos y la promoción de eventos, reafirmando el valor histórico y artístico del subgénero.

A pesar de los desafíos, la permanencia de la salsa romántica en festivales, medios y enseñanza musical demuestra su resiliencia. El compromiso de artistas y gestores culturales con su transmisión a las nuevas generaciones es crucial para asegurar su relevancia en el panorama musical actual y futuro.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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