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El camino artístico de Dulcinea estuvo marcado desde su infancia, siendo parte de un entorno familiar en el que la música y la danza eran protagonistas fundamentales. Su padre, dedicado a la música, y su madre, entregada a la danza, sembraron en ella el interés y la cercanía con las artes escénicas. Este contacto tan temprano hizo que Dulcinea viera el escenario primero como un espacio de juego, pero posteriormente se transformó en una verdadera vocación que guió su vida y su formación profesional.
El momento decisivo llegó cuando, a los 11 años, Dulcinea conoció la trova. Este encuentro no solo le despertó una pasión profunda por el género, sino que también la motivó a trabajar con disciplina para dominarlo. En su proceso de aprendizaje, se interesó por la labor del maestro Mario Tierra, figura clave del costumbrismo en Colombia y autor prolífico con cerca de 7 mil poemas. Aunque en un principio solamente tenía acceso a la voz de Mario Tierra a través de grabaciones, con el paso del tiempo logró contactarlo personalmente e incluso convertirlo en su mentor, consolidando así su vínculo y aprendizaje en la trova.
La formación universitaria de Dulcinea en Artes Escénicas fue el escenario para unir su interés por la actuación y la trova. Durante sus años de estudio, decidió interpretar monólogos costumbristas inspirados en Mario Tierra, destacándose en distintos eventos culturales y empresariales. Esta experiencia no solo le permitió consolidar su presencia como artista, sino que la llevó a integrarse de manera activa en los festivales que celebran este género tradicional.
En su trayectoria sobre el escenario, eligió el seudónimo “Dulcinea en alpargatas”, un reflejo de los valores de sencillez y humildad que la han acompañado desde joven. Bajo esta identidad artística, comenzó a competir en festivales tanto regionales como nacionales. En siete ediciones demostró su talento, logrando tres terceros puestos y alcanzando el título de reina de la trova, además de integrarse como organizadora en concursos regionales.
La improvisación se convirtió para Dulcinea en la esencia de su arte y trabaja en perfeccionar esta capacidad central antes de aspirar a competencias de mayor tamaño. Según destaca, la improvisación es el corazón de la trova y lograr dominarla requiere tiempo, dedicación y constancia. En redes sociales, quienes deseen seguir su labor pueden encontrarla en Instagram bajo el usuario @dulcineaenalpargatas.
Su versatilidad la ha llevado, además, a explorar otros horizontes musicales. Dulcinea se autodefine como la primera mujer colombiana en incursionar en la parranda con una interpretación femenina, y afirma que busca ampliar los lenguajes del arte musical manteniéndose siempre fiel a su esencia. Expresa la importancia que tiene el arte como una herramienta para la sensibilidad humana y asegura desde su experiencia que sí es viable dedicarse al arte como proyecto de vida, subrayando la constancia y el compromiso como pilares fundamentales.
A pesar de que la trova sigue siendo un espacio predominantemente masculino en Colombia, con solo 34 mujeres inscritas frente a unos 5.000 hombres, Dulcinea ha logrado posicionarse como una de las exponentes emergentes más reconocidas del costumbrismo improvisado desde Manizales, contribuyendo a diversificar y fortalecer el género en su región y en el país.
¿Qué es el costumbrismo y por qué es relevante en la trova?
El costumbrismo, presente en la obra de Mario Tierra y en la interpretación de Dulcinea, es una característica literaria y artística que representa aspectos de la vida diaria, tradiciones y costumbres de una región o grupo social. En el ámbito de la trova, el costumbrismo adquiere un papel central porque permite que el trabajador del verso improvise sobre la cotidianidad, conectando con la identidad y el humor populares.
La relevancia del costumbrismo en la trova reside en que, a través de la improvisación, estos artistas conservan y transmiten la riqueza cultural y las tradiciones de sus comunidades, transformando situaciones sencillas en poesía viva. Así, la trova costumbrista no solo entretiene, sino que también sirve como memoria y testimonio de los modos de vida regionales en Colombia.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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