‘Rigo’—que puso al esloveno Tadej Pogacar a joropear, probar el aguardiente y más— logró construir una hermosa vivienda, en el que tiene espacio para sus bicicletas, sus perros y además una vista envidiable.
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Para ingresar hay que cruzar un camino de piedras y tablas, que dirigen hasta una puerta grande de madera, con un marco negro. En ella hay una calavera dorada de la que se desprende una aldaba, para tocar.
Casi que a la entrada de la casa de Rigoberto Urán está ubicado el comedor, que tiene forma rectangular. La mesa es de madera y las silla son blancas. Encima de él se encuentra una candelabro colgante y de más arriba se desprenden algunas hojas.
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Al lado hay una hamaca naranja y una pequeña silla, también colgante, que divide la sala del comedor.
Toda la casa está rodeada de ventanales grandes, por lo que entra luz por todas partes.
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La sala no tiene muebles, sino que diseñaron una especie de escalones a los que les pusieron cojines; en el centro, en lugar de una chimenea ecológica, como se aprecia a continuación:
Afuera de la casa tiene otra clase de sala, en donde comparte con su hija, toma el sol y disfruta de la gran vegetación que lo rodea.
El también empresario, fundador de tiendas de ropa y hasta café, tiene una especie de garage para sus bicicletas, que está dándole la vuelta a la construcción.
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Ahí tiene colgados varios de sus ‘caballitos de acero’ (que en realidad son de su equipo), pero también un coche de su hija, como se ve en este video:
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