
Hoy en día es bastante común ver que en las empresas existan los lectores de huellas para controlar los horarios de entrada, salida y hasta de almuerzo, pero los a los empleados les ronda en la cabeza la duda sobre si esto es legal o no, ya que muchos consideran que esto es algo que puede violar sus derechos.

Es que, justamente, las jornadas laborales, ahora con su reducción anual, se han vuelto tema de debate, ya que hay compañías que cuestionan si se debe implementar o no, pues alegan que numerosos trabajadores ni siquiera cumplen con las horas estipuladas en el contrato, así que ven en este sistema electrónico una herramienta perfecta para llevar el control de su asistencia.
Las empresas sí pueden usar lector de huella digital para controlar los horarios de sus empleados, así lo confirma el Ministerio de Trabajo. No obstante, la cartera resalta que, de ser así, debe estar aclarado en el contrato y el reglamento interno de cada entidad, con el fin de dejar claro que será usado para controlar entradas y salidas.
¿Puede una empresa exigir a un empleado su huella dactilar?
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), entidad encargada de velar por la protección de datos personales en Colombia, ha emitido diversas directrices sobre el uso de datos biométricos en el ámbito laboral. Según la organización, las empresas deben informar claramente a los empleados sobre la finalidad de la recolección de sus huellas dactilares, los derechos que les asisten y las medidas de seguridad adoptadas para proteger su información.
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Además, la SIC ha advertido sobre los riesgos de discriminación y vulneración de la privacidad que pueden derivarse de un uso indebido de estos datos, por lo que recomienda a las compañías evaluar cuidadosamente la necesidad de implementar sistemas de registro y considerar alternativas menos intrusivas.




¿Cuáles son los riesgos de la huella digital?
La huella digital, ese rastro que queda al navegar por Internet, puede convertirse en una ventana abierta a la vida privada. Cada ‘me gusta’, cada comentario y cada búsqueda se suman a un perfil que, en manos equivocadas, llega a ser utilizado para suplantación de identidad, estafas o incluso acoso.
La información personal, las fotos y los datos bancarios que se comparten en línea pueden ser vulnerados, exponiendo a los internautas a riesgos que van desde la pérdida de privacidad hasta graves consecuencias financieras, que terminan en graves dolores de cabeza para solucionarlos.
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