Resulta difícil encontrar una figura de tal relevancia política en toda la historia de Colombia, y a un año de nuevas elecciones presidenciales y legislativas, su figura vuelve a quedar en medio de la contienda.

Aunque algunos se han atrevido a especular con el fin del uribismo, el movimiento ideológico que sigue sus ideas, incluso sus detractores saben que su legado está lejos de morir, aunque piensan que otra cosa será su vida política como tal.

Y es que para dimensionar su peso electoral, habría que repasar su carrera y la forma como se convirtió en el referente político que es.

¿A qué edad terminó el bachillerato Álvaro Uribe?

Fue en 1970, con 18 años, cuando consiguió su título de bachiller en el Instituto Jorge Robledo de Medellín. Después se graduó de abogado y obtuvo el título de Doctor en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia.

También se formó en las universidades de Harvard y Oxford, pero esto fue mucho después de comenzar su carrera pública.

¿De qué religión es Uribe?

El expresidente Uribe se ha distinguido por su fe católica, muy ligada a su cultura antioqueña. En sus redes sociales, por ejemplo, suele hacer periódicas referencias a ello:

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¿Quién es Álvaro Uribe Vélez, el político?

Uribe desempeñó varios cargos antes de llegar a la presidencia. Su vida como servidor público la inició en 1976, en las Empresas Públicas de Medellín. A continuación fue secretario general del Ministerio del Trabajo y luego director de la Aeronáutica Civil.

Su primer cargo de elección popular fue la Alcaldía de Medellín, en 1982. Después fue concejal de esa ciudad, entre 1984 y 1986, y posteriormente gobernador de Antioquia para el período 1995-1997. De ahí pasó al Senado en sus dos primeros periodos, de 1986 a 1990 y de 1990 a 1994.

Entre finales de los 90n y principios de los 2000, Uribe preparó su camino para llegar a la Presidencia, cargo que ganó en las elecciones del 2002 y que repitió en 2006.

El partido político fundado por Álvaro Uribe: el Centro Democrático

Pese a dejar la presidencia en 2010, Uribe nunca se distanció del todo y siguió opinando y siendo consultado tanto por políticos afines como por medios de comunicación. Aupado en parte por las redes sociales, su imagen nunca se desvaneció y, por el contrario, volvió a adquirir fuerza al convertirse en adversario de su sucesor, Juan Manuel Santos, el mismo que él había apoyado.

Las diferencias entre ambos se acentuaron cuando Santos decidió entablar diálogos de paz con la entonces guerrilla de las Farc. Los términos de esa negociación crearon discordia entre ambos, al punto que Uribe decidió volver a la política, pero lo hizo creando su propio movimiento: el Centro Democrático.

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Con esa colectividad consiguió convertirse en el senador más votado para 2014-2018 y además consolidó la bancada más numerosa entre una lista de seguidores de escasa trayectoria política, pero sólida fidelidad a su líder. No obstante, su candidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, no pudo arrebatarle la reelección a Santos.

En las elecciones del 2018 volvió a ser elegido, ya con un movimiento más robusto a sus espaldas, el cual ya había adquirido voz propia y reconocimiento. Sin embargo, en el camino el exmandatario renunció a su curul en medio de uno de los procesos judiciales que se adelantaban en su contra.

Las ‘Convivir’ de Álvaro Uribe, el paramilitarismo y otros líos judiciales

Desde su época como gobernador de Antioquia, a Uribe Vélez se le ha señalado como impulsador de una rama del paramilitarismo al defender uno de los mayores grupos de lo que en su momento se llamaron asociaciones de vigilancia y seguridad privada, mejor conocidas como ‘Convivir’, tal como lo recuerda Verdad Abierta.

Particularmente en Antioquia, estos grupos armados ya comenzaban a actuar como paramilitares, adueñándose además del negocio del narcotráfico en la región. Varios de sus miembros han sostenido en reiteradas oportunidades que tenían cercanía con Uribe, tema que ha derivado en otros procesos judiciales que aún permanecen inconclusos.

Las indagatorias y procesos de Uribe ante la justicia

En particular el tema de su relación con paramilitares ha sido el más sonado de tiempos recientes. El senador Iván Cepeda se dedicó a investigar algunos de esos testimonios que lo involucraban, desarrollando acalorados debates al respecto en el Congreso.

Sobre uno de estos, Uribe denunció que tenía pruebas de un supuesto intento de compra de testigos por parte del senador del Polo Democrático, sin embargo la Corte Suprema de Justicia investigó y halló motivos para considerar que el denunciante podía ser en realidad el que estaría incurriendo en ese delito, por lo que invirtió los papeles.

(Vea también: El de la Fiscalía y más casos que han puesto a Uribe en la mira de autoridades y enemigos)

Uribe fue llamado a indagatoria por ese alto tribunal, evento que causó gran agitación política en el país. Después de eso, Uribe renunció al Senado, lo que obligó a que el proceso quedara en manos de la Fiscalía, ente que recientemente pidió la preclusión del caso, diligencia que sigue pendiente.

A raíz de esto, Uribe ha sido acusado de maniobrar para evitar que la investigación avanzara, y su hegemonía política parece tambalear cada vez más ante la opinión pública. Aún así, ya antes ha dado muestras de contar con una base electoral suficientemente sólida e incondicional como para pensar que en las votaciones del 2022 seguirá susurrándole a gran cantidad de colombianos el nombre del que dice Uribe para la presidencia.