Desde hace varios días se sabe que el Artículo 238 del Plan Nacional de Desarrollo modificará sustancialmente el precio de las Viviendas de Interés Social, si lo aprueban.

Desde hace años, el valor de estas edificaciones está establecido en salarios mínimos. En la actualidad, las constructoras solamente pueden catalogar este como VIS a las construcciones que valen menos de 150 salarios mínimos.

El PND establece que, de aprobarse la modificación, el tope máximo del precio de las viviendas será en UVT, esto significa que el costo para los compradores bajaría muchísimo, dependiendo la ciudad en la que esté.

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En el texto también se establece que el Gobierno podrá establecer excepcionalmente, a partir de estudios técnicos, valores máximos hasta por 3.947 UVT el precio para este tipo de viviendas, “cuando incorporen criterios de sostenibilidad adicionales a los mínimos establecidos, o se encuentren ubicadas en áreas consolidadas de la ciudad, o en aglomeraciones urbanas cuya población supere un millón de habitantes y existan presiones en el valor del suelo”.

Esto se traduce en que las grandes ciudades, las viviendas bajarían de 174’000.000 de pesos (precio actual con 150 salarios mínimos) a 166.610.764 pesos (analizando su valor con UVT de 2023). La reducción en Bogotá, Medellín, Cali, Barrranquilla y otros lugares del país sería de un poco más de 7 millones de pesos.

Por el contrario, si las constructoras deciden hacer las viviendas en zonas en las que haya una menor cantidad de personas, las nuevas casas o apartamentos, que hagan parte de las VIS, pasarán de costar 174’000.000 pesos a 150.647.424 pesos, dice Portafolio.

Esto va en la misma del impulso que quiere hacer el Gobierno con el subsidio de vivienda ‘Mi casa ya’. Entre los cambios anunciados por la ministra Catalina Velasco establecen una prioridad para las personas que tradicionalmente no han accedido a los estímulos del gobierno para comprar vivienda, es decir, aquellos en los que bajará casi 24 millones de pesos, si aprueba el PND.

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Aunque la idea parece muy buena para las personas que quieren comprar vivienda, esto podría crear un problema para las empresas que se encargan de ejecutar este tipo de proyectos.

Aurelio Díaz, presidente de la constructora Oikos, explicó en Portafolio cómo sería el cambio. “El sector ha estado fuertemente impactado por la mano de obra y la subida en los salarios, y en el momento de desvincular el precio de la vivienda VIS del salario mínimo, muy posiblemente podrían entrar los proyectos en riesgo en el cierre financiero o no podrían ejecutarse los proyectos”, dijo a Portafolio.

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José Sebastián Cáceres, socio fundador de Altano, dio unas declaraciones en la misma vía a La República. “Cualquier ejercicio de poner un tope que debe entender la realidad del mercado. Hay un incremento en precios de insumos de vivienda, encarecimiento de mano de obra y de la construcción en general, y cualquier ajuste puede ser negativo para garantizar la ejecución de esos proyectos y se puede desincentivar”, explicó.

Si las viviendas cambian o no de precio se sabrá, como fecha máxima, el 7 de mayo. La propuesta deberá ser discutida el Congreso de la República.

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