Por: CENET

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Este artículo fue curado por pulzo   Sep 16, 2025 - 8:48 am
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La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos inicia este martes una reunión que trasciende los márgenes técnicos de la política monetaria. Si bien el consenso de los mercados apunta a un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de referencia —con una probabilidad estimada del 96,4% de acuerdo con el CME FedWatch—, esta decisión emerge en un contexto lleno de incertidumbre y matices estructurales. Detrás de la inminente modificación en las tasas se hallan, según reportes de The Wall Street Journal y Financial Times, desaciertos pasados, riesgos latentes y debates internos que reflejan el dilema de ajustar demasiado pronto y estimular una inflación persistente, o actuar tarde y enfrentar un enfriamiento económico más severo.

La economía estadounidense se muestra robusta en algunos indicadores y vulnerable en otros. Datos del Bureau of Labor Statistics informan que el desempleo permaneció constante en 3,8% durante agosto, aunque la creación de empleo fue de 187.000 puestos, por debajo del pronóstico de 200.000 de Dow Jones. Al mismo tiempo, la inflación interanual alcanzó el 3,7% según el Índice de Precios al Consumidor (CPI), manteniéndose aún por encima del objetivo del 2% trazado por la Fed. Este escenario alimenta la incertidumbre: para algunos analistas de ING, una decisión inesperada podría debilitar temporalmente el dólar, mientras que otros advierten sobre el impacto a mediano plazo de mantener tasas elevadas.

El alcance de la determinación de la Fed cruza fronteras. El Financial Times destaca que bancos centrales de economías emergentes, como Brasil y México, suelen seguir el ritmo de la Fed para limitar fugas de capital y evitar presiones sobre sus monedas. Un recorte en Estados Unidos podría provocar volatilidad internacional y afectar la cotización de las divisas en países emergentes. Reuters señala que el impacto real sobre el crecimiento y el empleo no será instantáneo: la transmisión de la política monetaria puede tardar entre seis y dieciocho meses, llevando cualquier efecto de las decisiones actuales hasta el panorama económico de 2026.

Además de la tasa de referencia, la atención se centra en datos complementarios: las ventas minoristas, publicadas este martes, muestran la vitalidad del consumo, mientras que los subsidios de desempleo y los flujos de capital internacional —a reportarse el jueves— delinearán un diagnóstico más exhaustivo de la economía estadounidense. Bloomberg subraya que un mensaje de cautela si se mantienen las tasas podría interpretarse como un esfuerzo por contener riesgos inflacionarios. Sin embargo, una reducción más pronunciada, de 50 puntos básicos, sería un indicio de preocupación ante un posible descenso abrupto de la actividad económica.

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En síntesis, la deliberación de la Fed representa un delicado ejercicio de equilibrio entre estímulos y reservas preventivas. La esencia del debate reside en la encrucijada estructural de una economía con raíces en la globalización, la interdependencia financiera y la velocidad con que circulan las expectativas. Según un editorial de The Economist, la credibilidad de la Reserva Federal dependerá tanto del contenido de sus anuncios como de la claridad y transparencia con que logre comunicar sus estrategias en este entorno volátil. Así, lejos de ofrecer certeza definitiva, la decisión prevista para este miércoles inaugurará un nuevo episodio en el complejo vínculo entre política monetaria y dinámica global.

¿Qué riesgos implica un “aterrizaje forzoso” de la economía estadounidense? La posibilidad de un “aterrizaje forzoso” implica que la economía estadounidense podría experimentar una desaceleración brusca, con caídas en el crecimiento, el empleo y el consumo. El término, referenciado por Bloomberg, describe el riesgo de que los efectos de las medidas de la Fed—principalmente las subidas de tasas—se reflejen de manera abrupta tras un periodo de rezago, afectando a empresas, familias y sectores clave antes de que haya tiempo para ajustes graduales. Este temor suele estar presente tras ciclos prolongados de endurecimiento monetario.

Un aterrizaje forzoso no solo repercutiría al interior de Estados Unidos, sino que podría transmitir inestabilidad a los mercados internacionales y a las economías emergentes que dependen del flujo de capitales y de la salud del dólar. En este sentido, la Fed enfrenta el reto de ajustar su política sin amplificar riesgos que, por la propia arquitectura financiera global, pueden tener efectos en cadena fuera de sus fronteras.

¿Por qué la política monetaria tarda meses en reflejarse en la economía real? Reuters señala que el lapso entre una decisión de política monetaria y su impacto tangible suele ser de seis a dieciocho meses. Este desfase ocurre porque los cambios en la tasa de referencia afectan primero a las condiciones de financiamiento, las decisiones de inversión y el costo del crédito en los mercados. Solo después, de manera paulatina, estos efectos alcanzan a los consumidores, las empresas y, por ende, a los indicadores de empleo y crecimiento.

Comprender este retraso ayuda a entender por qué la Fed debe anticiparse a escenarios potenciales y actuar con cautela. Las decisiones tomadas hoy pueden no sentirse en el corto plazo, pero trazan el rumbo económico para los próximos años, lo que obliga a los responsables de la política monetaria a evaluar con precisión tanto el contexto actual como las tendencias a mediano plazo.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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