Las dos empresas firmaron un acuerdo de cooperación con el fin de “cubrir las necesidades de personal de Rheinmetall en los próximos años, ya que los empleados de Continental están afectados por la transformación” del sector del automóvil hacia los coches eléctricos, explica un comunicado conjunto.
Al igual que el resto de fabricantes del sector, Continental, que anunció en febrero la supresión de más de 7.000 empleos en el mundo, sufre el doble impacto del final del programa del motor térmico y el auge de la competencia china.
(Vea también: Multinacional, importante en mundo de la tecnología, cerró negocio multimillonario).
Por el contrario, el fabricante de obuses y de material para tanques Rheinmetall registró un aumento de pedidos en un contexto de la guerra en Ucrania y el incremento de los gastos militares en la mayoría de los países de la UE.
El grupo de armamento con sede en Düsseldorf enfrenta, como el conjunto de la industria alemana, dificultades para contratar debido al envejecimiento de la población y a la escasez de trabajadores cualificados en el país.
Los empleados de la fábrica de Continental en Gifhorn, cerca de Hanóver, en el norte del país, que la empresa cerrará en 2027, serán los primeros afectados por el acuerdo.
“Hasta 100” de ellos encontrarán “oportunidades de empleo” en la planta de Rheinmetall de Unterlüss, a 55 km de Gifhorn, según el comunicado.
En total, 800 trabajadores de Gifhorn están afectados por el traslado de la producción de la fábrica, que produce piezas de frenos para automóviles. Ya se firmaron acuerdos con otras empresas para reciclar profesionalmente a empleados de esta fábrica. Rheinmetall espera que sus ventas crezcan hasta un 40% este año.
La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 cambió la situación para la compañía, que integró el año pasado el exclusivo club de las 40 empresas del Dax, el índice de referencia de la Bolsa de Fráncfort.
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