
La Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia (SIC) detectó irregularidades en la cantidad de contenido de una gaseosa producida por Postobón S.A., específicamente en la presentación de 350 ml de la gaseosa Colombiana.
Durante una inspección técnica en la planta de Bello (Antioquia), se evaluó el lote L280003875109, compuesto por unas 45.000 botellas, y se encontró que el contenido promedio era inferior al declarado, con un déficit de 0,46 mililitros por unidad.
(Vea también: SIC falló a favor de Jabón Rey: negó registro a marca que tenía similitudes en su diseño).
Aunque esta diferencia parece mínima, representa una afectación significativa al consumidor, especialmente tratándose de un producto de consumo masivo.




La Superintendencia concluyó que este lote incumplía el reglamento técnico de etiquetado y control metrológico para productos preempacados, y por ello impuso una sanción en primera instancia a través de la Resolución 37869 del 18 de junio de 2025.




Este caso resalta la importancia de la metrología legal como herramienta de protección al consumidor, garantizando que cada unidad de medida prometida sea entregada con exactitud.
Además de proteger el bolsillo de los ciudadanos, se busca mantener su confianza en el mercado. La entidad continuará ejerciendo vigilancia con rigor técnico y sentido de justicia, reafirmando su compromiso con la equidad y la transparencia en las relaciones de consumo.
Cuál es la historia de gaseosa Colombiana
La Colombiana es una de las bebidas más tradicionales del país, con una historia que se remonta a mediados del siglo XX. Fue creada por la empresa Postobón S.A., una de las compañías más emblemáticas del sector de bebidas en Colombia.
Esta gaseosa se caracteriza por su color rojo brillante y su sabor dulce y frutal, que se convirtió rápidamente en un ícono cultural, especialmente en regiones como Antioquia y el Eje Cafetero.
Su fórmula fue diseñada para destacar frente a otras bebidas internacionales, apelando a los gustos locales y a un sentido de identidad nacional. A lo largo de las décadas, la Colombiana ha sido parte de celebraciones familiares, fiestas populares y momentos cotidianos.
Aunque su consumo ha sido más fuerte en ciertas zonas del país, su presencia en tiendas de barrio y supermercados ha sido constante. Postobón ha mantenido la marca vigente mediante campañas de publicidad nostálgicas y estrategias de distribución que refuerzan su carácter local y popular.
Si bien hoy compite con muchas opciones del mercado, la Colombiana sigue siendo un símbolo del patrimonio comercial y emocional del país, reconocida por generaciones como una bebida que representa lo auténticamente colombiano.
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