Sin darse cuenta, muchos colombianos ven cómo su dinero se esfuma en compras digitales y suscripciones recurrentes. Lo que antes era un simple gasto ocasional ahora se ha transformado en un flujo constante de pequeñas transacciones que, en conjunto, pueden afectar seriamente el presupuesto personal.
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En la era digital, los gastos hormiga han cambiado de forma. Antes se manifestaban en compras físicas cotidianas, como un café o un paquete de papas, pero ahora el peligro radica en la inmediatez de las transacciones digitales.
Servicios de ‘streaming’, como Netflix, Prime, Disney y más, adquisiciones en línea y compras impulsivas en aplicaciones como Shein o Temu generan un ecosistema donde el dinero se gasta de manera casi automática, sin que el usuario lo registre conscientemente.
Y es que el hecho de no manejar dinero en efectivo ha alterado la percepción del gasto. Al no haber un intercambio físico, la sensación de pérdida se reduce, lo que facilita decisiones impulsivas. Además, los sistemas de pago con un solo clic eliminan las barreras psicológicas que antes brindaban un momento de reflexión antes de comprar.
Las estrategias de ‘marketing’ digital refuerzan este patrón con tácticas de urgencia: promociones de tiempo limitado, notificaciones constantes y mensajes de “últimas unidades” activan el miedo a perder oportunidades, haciendo que las personas gasten sin planificación.
Es más, hay un fenómeno que ha ganado relevancia es el ‘Doom Spending’ o gasto motivado por la ansiedad. Ante el estrés y la incertidumbre, muchas personas encuentran en el consumo una forma de aliviar la tensión momentáneamente.
Según Credit Karma, uno de cada tres jóvenes de las generaciones millennial y centennial recurre a este tipo de compras impulsivas, lo que puede afectar su estabilidad financiera en el largo plazo.
Cómo dejar de gastar tanto por Internet
Para evitar que las compras digitales y suscripciones desestabilicen el presupuesto, los expertos en economía conductual recomiendan adoptar hábitos que fomenten un consumo más consciente. Automatizar el ahorro es una táctica efectiva, ya que permite separar una parte del ingreso antes de que sea gastada impulsivamente.
Los bancos digitales ofrecen herramientas para establecer límites personalizados en las diferentes categorías de gasto, lo que ayuda a tomar decisiones más informadas. Asimismo, reducir la exposición a estímulos de compra desactivando notificaciones de descuentos o eliminando aplicaciones de comercio electrónico puede marcar una gran diferencia.
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En un mundo hiperconectado, donde gastar es más fácil que nunca, aprender a gestionar las finanzas digitales de manera estratégica es clave para evitar que los gastos hormiga sigan drenando el bolsillo sin que los colombianos lo noten.
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