Se trata de César Carreño e Iván Darío Arce, dos directivos de la compañía TicketShop, encargada de la venta de las boletas para los partidos de la Selección Colombia en ese tiempo, según informó CM&.

El noticiero indica que ambos reconocieron los delitos de “concierto para delinquir y agiotaje”, lo cual les significó una rebaja en su condena, que quedó en 3 años y cuatro meses de prisión.

Serían 3.353 las entradas de las que los funcionarios buscaron apropiarse, prosigue ese medio. No obstante, eran 6.000 las que salieron a la venta de un remanente para el partido contra Brasil en esa clasificatoria, boletas que terminaron agotándose sospechosamente en pocos minutos.

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De acuerdo con Blu Radio, los beneficios que habrían obtenido estarían por el orden de los 570 millones de pesos.

A varios directivos de la Federación Colombiana de Fútbol se les emitieron sendas multas por el caso, aunque respondieron intentando tumbarlas.

La propia federación ya recibió una millonaria multa al respecto, pero hasta este momento no se habían producido consecuencias penales.