Para hacer el mercado dentro de una supertienda, aparte de tener el dinero suficiente para adquirir los productos necesarios del hogar para cierto período de tiempo, es casi que indispensable un carrito de compras para transportar los alimentos, víveres y demás artículos seleccionados hasta las cajas registradoras donde se efectuará el pago.
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Estos objetos que pasan, por lo general, desapercibidos en cuanto a su funcionamiento, tienen varios detalles que repercuten finalmente en el bolsillo del cliente, aunque no lo parezca.
Una de esas configuraciones de los carritos de compras tienen que ver con las ruedas y la velocidad que estas desarrollan por los pasillos del supermercado, como así lo mencionó Radio Fórmula.
Según Rubén Darío Carrero Barroso, experto en ‘marketing’ y consultado por ese portal, estos carritos, que tienen un chasis de metal y poseen un manillar de plástico, están diseñados intencionalmente para que tengan un andar lento.
“Si alguien transita rápido con ellos, se produce un ruido desagradable”, reflexionó el
Siguiendo con su explicación, Carrero Barroso argumentó que tal ruido producido en las ruedas a un andar rápido obliga a los clientes a caminar despacio por los pasillos de la tienda que visitan, y de esta manera pueden apreciar todos los productos que están en las estanterías, lo cual se traduce en mayor venta para el establecimiento.
A este detalle, que pocos notan en los carritos de compras, se le suma que en algunos de los supermercados reconocidos estos suelen ser de gran tamaño, lo que le crea una sensación al consumidor de querer llenarlo.
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