Aunque la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, aseguró que las propuestas del Gobierno buscan contribuir en el avance las edificaciones de los más vulnerables, algunas de las decisiones que han tomado han sido criticada por algunos gremios porque no van en esa vía.

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Por ejemplo, la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) dio a conocer que uno de los artículos de la reforma tributaria podrían tener implicación directa en las viviendas nuevas que se van a construir en los próximos años.

Ellos advirtieron que la idea de volver a gravar con el IVA la venta de inmuebles de más de 960 millones de pesos terminarían encareciendo los proyectos que están por construirse. La razón, aseguran desde Fedelonjas, es que los terrenos donde se levantarán los proyectos nuevos de viviendas de interés social (VIS) se encarecerían por efecto de arrastre.

Esta propuesta va de la mano con el cambio en el IVA para las ganancias ocasionales. Como este impuesto es muy amplio, muchos colombianos han prendido la alerta porque las ganancias ocasionales también aplican para la venta de viviendas. Es decir, aquellos que vendan sus casa, apartamentos o lotes deberán sacar parte de sus ganancias para pagar impuestos.

La advertencia de Fedelonjas señala que de aprobarse la reforma tributaria con este par de propuestas se frenaría la dinámica de la cadena de la construcción que durante los últimos años ha sido una gran dinamizadora de la economía y del empleo en Colombia.

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En lo que va del 2022 se han dado a conocer varias situaciones y decisiones que afectan las viviendas que se están construyendo actualmente y las que están por venir.

Las nuevas edificaciones, en especial las VIS, se está encareciendo porque algunos insumos básicos han aumentado su valor y su importación está saliendo más costosa para muchas empresas de construcción en el país.

Otro factor que puso en alerta a millones de colombianos es que algunos subsidios que han sido de gran ayuda para la compra de vivienda en personas de diferentes estratos se están quedando sin dinero, así que hay muchas dudas sobre lo que pasará con ellos en el siguiente año.

Por lo pronto, muchos jóvenes y familias siguen en la búsqueda de esos conjuntos residenciales que les permita cumplir su sueño de tener vivienda propia, pero es cada vez más difícil conseguirlo en las ciudades, razón por la que deben irse a las periferias, afectando su calidad de vida.