Arturo Calle se ha hecho célebre gracias al negocio textil que lleva su nombre, que suele ser generador de múltiples oportunidades laborales en Colombia.

El antioqueño ha realizado algunas confesiones acerca de su vida, que hacen parte de la personalidad de este reconocido empresario.

Arturo Calle: su comida favorita, qué le hubiera gustado estudiar y más

Los intereses del empresario, que incluso tenía un plan B si no se hubiera dedicado a la confección, son pocas veces mencionados.

Por ejemplo, Arturo Calle ha reconocido que el platillo que más le gusta son los langostinos y advirtió que en particular prefiere los que ofrecen en el restaurante La Fragata, según el diario La República.

Las reflexiones acerca de su pasado también son parte de este antioqueño, que recuerda con algo de nostalgia y alegría esos momentos que lo forjaron.

En una conversación en Noticias Caracol en 2013, este hombre, que culminó su vida académica en bachillerato, confesó que le hubiera gustado estudiar idiomas y sistemas.

“Idiomas para moverme por el mundo entero, y sistemas porque ese es el mundo hoy en día en la parte empresarial”, explicó acerca de los temas que le llaman la atención.

Lo cierto es que el oriundo de Medellín revive su infancia entre sonrisas. Arturo Calle manifestó cuál fue su primer sueño desde niño, en entrevista con Red+ Noticias.

“El primer sueño en mi vida fue ser feliz”, recuerda, al tiempo que reconoce que era inquieto y risueño. “Siempre quise ser independiente, no quise ser empleado desde muy chino. Me encantaba la plata”, añade.

Por eso, el empresario contó, entre risas, dos de sus picardías cuando era niño. La primera fue cuando tuvo que llevarle unos dátiles como regalo a un profesor y, en lugar de eso, se los comió todos. “Quedé tan hostigado, que en mi vida no volví a comerme ninguno”, dijo.

Igualmente, en otra ocasión, para otro detalle que debía llevar para su docente, también disfrutó unas galletas que tenía que darle como obsequio.

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El papá de Arturo Calle

El antioqueño relató la relación que tuvo con su padre, Hernando, de quien recuerda que todos los días llegaba al hogar con un presente para cada uno de sus 9 hijos.

“Fue un gran padre, murió muy joven, de 39 años, tras una cirugía de pulmón. En esa época, el mismo cirujano aplicaba la anestesia y se aplicó más de lo normal. No volvió y murió”, relató acerca del hombre que era abogado.

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Calle asegura que al momento del deceso tenía entre 13 y 14 años, en una vida que le ha enseñado a compartir con los demás parte de lo que tiene. Así contó en esa charla sus recuerdos paternales: