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Las consignaciones anónimas a sus cuentas de banco se pueden convertir en una trampa con la que buscarán extorsionarlo, estafarlo, dañarle su imagen y hasta robarle sus datos bajo delitos informáticos, además de estas otras modalidades de fraude bancario. El mayor Camilo Ramírez, jefe de Ciberseguridad de la Policía, manifestó que con esta modalidad se abarcan diferentes delitos como el constreñimiento ilegal, extorsión, acceso abusivo informático, violación de datos personales, amenaza y usura.
Y es que a varios ciudadanos del Quindío, que ya interpusieron la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación han sido víctimas de esta nueva modalidad de estafa o extorsión.
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Se trata de una consignación bancaria que puede ir desde los $ 400.000 hasta los $ 700.000 y después son contactados por un supuesto funcionario de una entidad financiera. Este le asegura a la víctima que el préstamo que solicitaba le fue asignado y que ahora deberá cancelar el monto con unos intereses o, de lo contrario, será ingresado a la central de riesgos.
La persona asegura que nunca pidió un préstamo y que no sabe de qué le están hablando, pero el delincuente le manifiesta que vaya hasta su cuenta y observe el desembolso. Después de revisar esta situación real el delincuente regresa la llamada indicando que es necesario que para continuar con el proceso el ciudadano debe ingresar a un link que le envían por Whatsapp para que suministre allí sus datos personales.
Pero al ingresar le da acceso al delincuente a todos sus datos, así pasa en todas las estafas por internet y, cuando la situación es advertida, le dicen que descargue una aplicación móvil a su celular la cual le permite entregar sus datos a los delincuentes.
En caso tal de que la víctima se rehúse a pagar los intereses o la deuda los actores al margen de la ley empiezan una carrera de desprestigio, toda vez que usan la fotografía del WhatsApp para dar a conocer en redes sociales que es un ladrón y así dañar su imagen.
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Muchas veces, según se conoció, los delincuentes también empiezan una oleada de amenazas e intimidaciones a sus familiares que son contactados por los criminales. Ante esta situación, las autoridades recomendaron no acceder a ningún enlace, ni ingresar sus datos personales a plataformas virtuales ni descargar aplicaciones.
Seguidamente denunciar ante la Fiscalía General de la Nación o la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, lo sucedido y después dirigirse a su banco. En la entidad financiera dar a conocer lo sucedido y cambiar sus claves personales y también dar aviso a sus seres queridos para que denuncien en caso tal de ser contactados.
Por último, las autoridades solicitaron a la ciudadanía no gastarse el dinero que les consignen para evitar que se dé el fenómeno del lavado de activos.
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Otras modalidades señaladas como presentes en el Quindío son las del ‘falso servicio’ donde la ciudadanía es contactada para que lleve a cabo algún arreglo o negocio.
Cuando los funcionarios están en cierto lugar, casi siempre rural y solitario, los delincuentes se hacen pasar por un grupo armado organizado para efectuar la extorsión manifestando que deben apagar el celular y quedarse quietos que los tienen analizados. Mientras tanto la empresa es llamada nuevamente por los actores delincuenciales que esta vez se hacen pasar por guerrilleros y amenazan con asesinar a sus empleados que están secuestrados e incomunicados.
Los empresarios o jefes hacen las llamadas a su personal y al ver que no contestan el celular creen que esto es cierto y desembolsan fuertes sumas de dinero.
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