El gobierno del presidente Gustavo Petro ha decidido aplicar medidas de control de precios en los tiquetes aéreos.

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La declaración fue hecha por el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, en el marco de una rueda de prensa sobre anuncios en beneficio de la isla de San Andrés y Providencia.

“En materia de la aviación, estamos actuando. Vamos a ejercer un control de precios sobre el tema de los precios, para que no se abuse”, anunció Reyes durante su intervención.

El ministro agregó que esto se hace en “beneficio de los pasajeros”, así como otras de las medidas anunciadas.

Sin embargo, el anuncio fue escueto y no se proporcionaron detalles sobre cómo se llevará a cabo, cuándo comenzará y cuándo terminará, ni cuál será el valor establecido.

Las aerolíneas han manifestado que aún tienen muchas dudas sobre las medidas que tendrán que tomar en respuesta a la implementación de la política de control de precios, ya que la información proporcionada por el gobierno fue insuficiente.

¿Qué significa la medida de control de precios de Gustavo Petro?

La medida de control de precios es una política gubernamental que establece techos a los que los proveedores pueden vender un producto o servicio determinado.

En el caso de los tiquetes aéreos, el Gobierno podría fijar un precio máximo que las aerolíneas no pueden superar al vender los tiquetes a los pasajeros.

El objetivo de esta medida es evitar aumentos excesivos en los precios y garantizar que los consumidores puedan acceder a los servicios a precios razonables.

Cuáles son los peligros del control de precios de los tiquetes aéreos

Frente al anuncio del Gobierno, expertos dieron a conocer rápidamente sus posiciones.

Jorge Restrepo, economista de la Universidad Javeriana, afirmó que “el control de precios que anuncia el Gobierno Nacional no protege el bienestar de los consumidores, (solo de quienes tienen mayor disposición a pagar). Reducirá la oferta, genera mayores rentas y utilidades a las empresas y es probablemente contrario a la ley y la constitución”.

Según Restrepo, el control de precios tiene un lugar y un propósito en la regulación: proteger al consumidor.

Sin embargo, para ello se requiere información de los consumidores y los oferentes regulador, un propósito preciso de regulación, sistemas de información y contar con facultades y conocimiento de la Ley.

“¿Conoce acaso el gobierno nacional el costo del vuelo? No. ¿Conoce el precio al cual habrá oferta? Tampoco. ¿Conoce el gobierno cuánto está dispuesto a pagar un viajero por negocios o turismo en cada ruta? Menos. ¿Sabe el gobierno cuánto vale un tiquete meses antes del viaje? No.”, afirmó.

Por su parte, Rudolf Hommes, exministro de Hacienda, mencionó que, en lugar de control de precios, se debería volver a reducir el IVA, “que parece concebido para que no viajen los pobres y, por ende, se quiebre a San Andrés”.

Además, dice que es clave realizar una revisión de los sobrecostos en combustibles y pagos de tasas aeroportuarias.

Para Santiago Álvarez, director ejecutivo de Latam Colombia, el control de precios es una medida que genera un efecto nocivo en el consumidor y el turismo.

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“En la práctica, termina beneficiando a aquellos que tienen más capacidad de pago y golpeando el bolsillo de las personas de menores ingresos”, dijo.

Y concluyó diciendo: “El resultado final es que menos colombianos tendrán acceso a un servicio público esencial. En el mundo, los países que adoptaron ese modelo solo han frenado el desarrollo del transporte aéreo”.