Escrito por:  Redacción Economía
Sep 7, 2025 - 7:47 am

La reforma tributaria presentada por el gobierno de Gustavo Petro busca recaudar 26,3 billones de pesos para cubrir el déficit del Presupuesto General de 2026.

Aunque el ministro de Hacienda insiste en que el peso recaerá sobre los sectores de ingresos medios-altos y altos, expertos advierten que terminaría afectando a toda la población, especialmente a la clase media.

Uno de los puntos más sensibles es el aumento gradual del IVA a la gasolina y el ACPM, además del alza en el impuesto al carbono, lo que encarecería el transporte, los alimentos y los servicios. Se estima que un hogar promedio debería destinar hasta 40.000 pesos adicionales al mes en estos rubros.

La reforma también contempla mayores impuestos a bebidas alcohólicas, cigarrillos, vapeadores y boletas de eventos culturales o deportivos costosos, lo que impactaría tanto al consumo como a sectores de entretenimiento y gastronomía.

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En renta, subirían las tarifas para ingresos superiores a 8,7 millones de pesos y se endurecerían las condiciones sobre herencias, dividendos y rendimientos financieros. Además, el impuesto al patrimonio bajaría su umbral a 2.000 millones, alcanzando a más contribuyentes.

En conjunto, los cambios implicarían alzas en el costo de vida, mayores cargas tributarias para hogares y empresas, y efectos indirectos en sectores como transporte, energía y consumo.

Por qué reforma tributaria afecta bolsillo de los colombianos

Una reforma tributaria afecta directamente el bolsillo de los colombianos porque modifica las reglas sobre cuánto y cómo deben pagar impuestos los ciudadanos, las empresas y los consumidores.

Cuando el gobierno decide implementar cambios, lo hace con el fin de aumentar el recaudo y financiar programas sociales, infraestructura o el gasto público. Sin embargo, ese mayor ingreso estatal generalmente proviene de ajustes que repercuten en el día a día de las personas.

En primer lugar, los impuestos indirectos como el IVA o los gravámenes a la gasolina incrementan el costo de los bienes y servicios básicos. Esto significa que, aunque el ingreso de las familias no cambie, el gasto mensual aumenta porque productos esenciales, transporte o alimentos resultan más caros. La clase media suele ser la más afectada, pues no cuenta con subsidios ni con grandes patrimonios para protegerse de la inflación generada por estas medidas.

En segundo lugar, las reformas suelen introducir cambios en el impuesto de renta y patrimonio. Quienes ganan más deben aportar más, pero también se amplían las bases gravables, lo que obliga a nuevos sectores de la población a declarar y pagar. Esto genera la sensación de una mayor carga impositiva que reduce la capacidad de ahorro y consumo de los hogares.

Por último, cuando las empresas enfrentan mayores tributos, trasladan parte de esos costos al consumidor final mediante aumentos en los precios de productos y servicios. Así, incluso quienes no pagan directamente más impuestos terminan afectados por la cadena económica.

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