El serbio Novak Djokovic resistió este sábado al dolor de una lesión para imponerse al búlgaro Grigor Dimitrov y avanzar a octavos de final del Abierto de Australia, a los que accedió también Roberto Bautista tras poner fin a la gesta de Andy Murray.

En el desafío más importante hasta ahora en su andadura hacia un décimo título en Melbourne, el serbio, número 5 del mundo, superó a un errático Dimitrov (#28) por 7-6 (9/7), 6-3, 6-4 en más de tres horas de partido.

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Pero a pesar del peligro de su talentoso pero a menudo inconsistente amigo balcánico, la mayor amenaza para ‘Nole’ fue su muslo izquierdo, lastimado a principios de mes, que le obligó a limitar algunas carreras y pedir la atención de los masajistas.

He conseguido sobrevivir y salir adelante de alguna forma. Me lo tomaré partido a partido”, dijo en rueda de prensa posterior el serbio, que describió el dolor como “una montaña rusa”, con altibajos constantes.

Conocedor de sus limitaciones, saltó a la Rod Laver Arena con prisa para hacer sus deberes, con un quiebre en el primer juego, pero perdió la ventaja en la recta final del set y terminó luchando en un desempate en el que salvó una bola de set.

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“Probablemente fue uno de los momentos más importantes del partido. Aguantar en el tie-break y salir adelante un set por encima”, reconoció ‘Nole’, que aspira a igualar los 22 Grand Slams de Rafael Nadal.

Con Djokovic apuntándose el segundo set y consiguiendo dos ‘break’ en el tercero, emergieron de nuevo las molestias físicas del serbio, que estiraba la pierna entre saque y saque y cojeaba tras algunos puntos.