El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dimitirá este viernes 24 de agosto, después de varios días de presiones por el beso forzado que le dio en la boca a una jugadora, durante la consagración de la Selección España en la final del Mundial Femenino.
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Y es que miles de espectadores de todo el mundo pudieron ver cómo el dirigente agarró con las dos manos la cabeza de Jenni Hermoso, para besarla en la boca durante la entrega del trofeo.
Desde ese instante comenzaron los reproches por el gesto, el cual fue considerado como una agresión machista a tal punto que llegaron tres denuncias ante la fiscalía española.
La presión política, social y del mundo del deporte se fue extendiendo hasta forzar la dimisión de Rubiales, anunciada por fuentes federativas y que se hará efectiva mañana.
Desde el gobierno español, partidos políticos y diversas asociaciones, pasando por la Fifa, y hasta Amnistía Internacional denunciaron este comportamiento.
De hecho, la Fifa decidió abrirle un procedimiento disciplinario a Rubiales, al considerar que su comportamiento, tanto el beso como otros gestos obscenos que hizo en el palco de autoridades durante el partido, “podrían resultar constitutivos de violaciones” de varios artículos del código disciplinario de la organización.
El hasta ahora presidente de la RFEF, que asumió el cargo en 2018, inicialmente menospreció las denuncias y restó importancia a su actuación, aunque finalmente tuvo que pedir disculpas, pero sin hablar de la renuncia, acción que finalmente hará mañana.
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