El 13 de marzo es una fecha inolvidable para todo el que se considere hincha del Atlético Nacional. Uno de los más grandes ídolos de la institución estaría cumpliendo este lunes 56 años, si la intolerancia no se hubiera encargado de cegar su existencia; justo cuando estaba próximo a dar el gran salto en su carrera.

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Andrés Escobar, el ‘Caballero del Fútbol’, celebraría un onomástico más de no ser porque ese 2 de julio de 1994 fue ultimado a tiros en Medellín, víctima de la maldad. A ya casi 30 años de su partida, su memoria es aún honrada por los aficionados verdolagas, quienes no olvidan a una de las figuras del primer gran título de la institución.

También por el club al cual le entregó sus mejores añosque le rindió un sentido homenaje, no solo en sus redes: también en sus instalaciones, en la que la imagen de uno de los defensas más importantes de la historia del FPC ya luce a gran escala, a manera de inspiración para quienes quieren emular su éxito.

Una gigantografía, en la que aparece Escobar con los colores del ‘Rey de Copas’ y al fondo la gente del club en el estadio Atanasio Girardot, se vio en la sede de Guarne. Justo en este especial día, en el que los tributos al ‘Inmortal’, como es llamado cariñosamente por los fieles, son masivos.

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En el palmarés de Escobar, quien disputó los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994, se destacan los títulos de 1991 y 1994 en el rentado criollo, la inolvidable Copa Libertadores de 1989, tras la infartante definición ante Olimpia de Paraguay, y la Copa Interamericana de 1990.

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Andrés, el mismo que no solo es querido por la parcial ‘verde’, sino por diferentes hinchadas de Colombia, se convirtió en ícono de toda una generación, y de los jóvenes que empiezan a dar sus primeros pasos en el balompié y lo ven como ejemplo a seguir, ya sea por su perseverancia o talento.