El mercado del automóvil en Colombia y el mundo es muy distinto a lo que era hace 20 años: hoy nadie puede sobrevivir en el negocio sin tener al menos una camioneta en su portafolio y hay muchos motivos de fondo para ello. Es lo que más piden, lo que más se vende.

Pero antes que nada, recordar que la tendencia de los ‘Sport Utility Vehicles’ o ‘SUVs’, viene de muchas décadas atrás, cuando de auténticos camperos o pick-ups, se empezó a pensar en algo más cómodo, económico y práctico.

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Fue por esto que se dio una evolución que con el paso de los años hizo que este tipo de vehículos empezaran a construirse también a partir de automóviles… precisamente de esas camionetas que vemos en el día a día vamos a hablar en esta ocasión.

La clave es… ¿Por qué se venden tanto? Les vamos a exponer sus 5 principales beneficios y… sus 5 principales inconvenientes. Lo importante es saber si realmente necesitamos una en nuestras vidas.

Ventajas

Altura al suelo

En ciudades con las calles destruidas o abandonadas, es la principal ventaja: menos temor a golpearse por debajo, a no rasparlo en una de tantas rampas mal diseñadas, a no sufrir en reductores de velocidad improvisados. Muchos manejan más tranquilos solo por eso.

Acceso más fácil

Para aquellos que ya están en una edad más avanzada, se vuelve más fácil subir y bajar de un vehículo alto, menos contorsiones o esfuerzos en el día a día, más comodidad y hasta menos riesgos de lesiones. Y para quienes tienen niños pequeños, es más fácil instalar asientos infantiles atrás al no tener que agacharse.

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Visibilidad

Entre más arriba se vaya sentado, es más fácil dominar el entorno, ver un poco más lejos, estacionar y de paso hay una sensación de seguridad adicional que, por motivos que veremos más adelante, muchas veces es falsa.

Espacio… casi siempre

Una cabina más alta aprovecha mejor el espacio longitudinal. En un SUV es más fácil obtener un interior amplio en una longitud menor, aunque eso no siempre ha sido así y así como hay ejemplos buenos como un Volkswagen T-Cross, hay otros malos como una Mazda CX-3 (no confundir con CX-30).

No nos mintamos… imagen

En un mercado emergente muchos quieren proyectar cierta imagen de progreso y el decir que tienen una “camioneta” da cierta seguridad adicional en relación a los que dicen que tienen un “carro”. No es que nosotros estemos de acuerdo, pero muchos piensan así. 

Desventajas

Estabilidad

La mayor altura implica un mayor recorrido de suspensión, llantas de mayor diámetro total y por ende un centro de gravedad más elevado. La mayor altura es perjudicial para la estabilidad y eso aplica en cualquier SUV en relación a un automóvil comparable.

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Consumo

Un SUV suele implicar mayor peso al usar componentes de suspensión más robustos y más voluminosos, al mismo tiempo comparte los mismos motores y transmisiones de algún automóvil sobre el que se construyen. Misma potencia y torque pero mayor peso con peor aerodinámica es automáticamente un mayor consumo de combustible. 

Relación costo/beneficio

En cualquier marca de volumen un SUV subcompacto suele estar en el mismo rango de precios de un sedán compacto por lo general más grande y amplio, más rápido, más seguro y estable en su manejo, más cómodo de suspensión gracias a su distancia entre ejes pero que ya no está dentro de las tendencias del mercado.

Mantenimiento

Un SUV obliga a unas llantas de mayor tamaño, el desgaste de discos y pastillas también puede aumentar debido precisamente a ese peso extra. Recuerden algo: el peso siempre es el enemigo. O casi siempre.

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Desaprovechamiento

¿Realmente todos los que tienen un SUV lo necesitan?  ¿Vale la pena en todos los casos sacrificar las virtudes de un automóvil a cambio de las ventajas que ofrece un SUV o un crossover? La respuesta es no, no todos los que tienen un SUV lo necesitan, pero no podemos olvidar, ya como conclusión, que un vehículo también es una compra emocional.