Uno de los fallecidos estaba en el asiento del pasajero y otro en el asiento de atrás, por lo que los investigadores aseguraron que tienen “el 99,9 %” de certeza de que “nadie conducía el vehículo en el momento del impacto”.

Ese hecho hizo que las acciones de Tesla durante la jornada del lunes 19 de abril cayeran 3,8 % lo que recortó 5.600 millones de dólares la fortuna de Elon Musk, que ahora ostenta un patrimonio de 174.100 millones de dólares, según estimaciones de Forbes.

Por si fuera poco, 2 reguladores de transporte de Estados Unidos anunciaron que investigarán el accidente de tráfico mortal.

El auto estaba acelerando cuando se chocó contra un árbol el sábado por la noche en Spring, Texas, cerca de Houston. El vehículo, que quedó completamente destruido, prendió fuego y mató a dos hombres, afirmó la policía.

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La investigación inicial determinó que no había nadie en el asiento de conductor del carro, según contó a los medios locales Mark Herman, agente de la policía del condado de Harris,

Una de las víctimas apareció en el asiento del acompañante y la otra en la parte trasera.

La Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Carretera (NHTSA) informó que “activó inmediatamente a un equipo especial de investigación de accidentes para investigar el choque”.

“Estamos activamente comprometidos con la policía local y con Tesla para saber más detalles del accidente y daremos los pasos apropiados cuando tengamos más información”, expresó la agencia en un mensaje a la AFP.

La Junta de Seguridad de Transporte Nacional (NTSB) afirmó, de su lado, en Twitter que había enviado a dos investigadores al lugar, que “se concentrarán en la operación del vehículo y en el fuego posterior al choque”.

Hasta el domingo, los investigadores locales no habían logrado determinar si el airbag del asiento del conductor había llegado a desplegarse, o si el sistema de asistencia al conductor del vehículo estaba activo en el momento del choque.

Las circunstancias del accidente de tránsito provocaron muchas reacciones en las redes sociales, reactivando el debate sobre las prestaciones semiautomáticas que ofrecen ya los Tesla, como el software “Autopiloto”, que les permite aparcarse por sí solos o navegar por la carretera.

También puede adquirirse una versión todavía más cara llamada “FSD”, para lograr una “conducción autónoma total”, aunque el conductor no tiene permitido soltar el volante.

“Los datos reunidos hasta ahora muestran que el Autopiloto no estaba activado y que este carro no había comprado el FSD”, explicó el jefe de Tesla, Elon Musk, este lunes en Twitter.

“Además, el autopiloto estándar necesitaría carriles para funcionar, y esta calle no tenía”, añadió en respuesta a un artículo del Wall Street Journal que citaba a varios expertos en seguridad vial que expresaban preocupación sobre los riesgos de estas nuevas prestaciones.