Aunque esto ayuda a disolver la suciedad y los residuos, puede ocasionar una serie de problemas: desde un sartén dañado hasta quemaduras. A continuación, se enumeran las principales razones por las que no se debe echar agua fría en un sartén caliente.
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- El cambio de temperatura repentino puede causar que el metal se deforme o rompa: el agua fría se expande cuando se calienta, y esto puede causar que las fibras del metal se dañen. También puede hacer que el revestimiento del sartén se descame.
- Corre el riesgo de quemarse: la reacción puede causar salpicaduras de agua caliente. Para evitar este peligro, es mejor usar una esponja o un estropajo para limpiar el sartén.
- El vapor también puede quemar: el agua se evapora inmediatamente al contacto con altas temperaturas, lo que puede quemar la piel o los ojos.




Si necesita limpiar el sartén de inmediato, es mejor dejarlo enfriar un poco antes de añadir el líquido. Si está muy sucio, puede hervir un poco de agua y echarla en el utensilio para que la suciedad se expanda y despegue; después de unos minutos, puede limpiar con una esponja o un estropajo.
*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Bienestar una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.
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