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El fentanilo es un potente analgésico opioides sintético utilizado principalmente para el manejo del dolor severo, como el dolor postoperatorio o el dolor asociado con el cáncer.
Pertenece a la misma clase de medicamentos que la morfina, pero es significativamente más potente.
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El fentanilo se prescribe en diversas formas, que incluyen parches transdérmicos, pastillas para chupar, pastillas bucales, tabletas y formas inyectables.
Debido a su potencia, el fentanilo se utiliza con precaución y bajo supervisión médica debido al alto riesgo de abuso, dependencia y efectos secundarios graves, como la depresión respiratoria.
Además, el fentanilo también ha ganado notoriedad por su uso indebido en el mercado ilegal de drogas, lo que ha llevado a problemas de sobredosis y muertes.
Es importante seguir las indicaciones médicas precisas al tomar fentanilo y nunca utilizarlo de manera recreativa ni compartirlo con otras personas.
Siempre es fundamental hablar con un profesional de la salud antes de iniciar o cambiar cualquier tratamiento con opioides.
El mal uso del fentanilo puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de una persona.
Debido a su potencia extrema, el uso indebido de fentanilo puede conducir a una serie de problemas y riesgos, que incluyen:
Debido a la potencia del fentanilo, incluso una pequeña cantidad en exceso puede llevar a una sobredosis grave o incluso fatal.
La depresión respiratoria es uno de los principales efectos de una sobredosis de fentanilo, lo que puede llevar a la falta de oxígeno en el cuerpo y causar daño cerebral, daño orgánico e incluso la muerte.
El uso continuado y sin control puede llevar a la dependencia física y psicológica, lo que hace que la persona sienta la necesidad de consumir el medicamento de manera regular para evitar síntomas de abstinencia.
La adicción al fentanilo puede tener un profundo impacto en la vida de una persona, afectando sus relaciones, trabajo y salud en general.
Con el tiempo, el cuerpo puede desarrollar tolerancia al fentanilo, lo que significa que se necesita una dosis cada vez mayor para lograr el mismo efecto analgésico.
Esto puede llevar a un aumento en el riesgo de sobredosis, ya que las personas pueden tomar cantidades peligrosas para tratar de obtener el alivio deseado.
Incluso cuando se utiliza de acuerdo con las indicaciones médicas, el fentanilo puede causar efectos secundarios graves, como náuseas, vómitos, estreñimiento, somnolencia extrema, confusión, mareos y problemas respiratorios.
El uso indebido de fentanilo también puede contribuir a problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y otros trastornos emocionales, por eso en ciudades como Bogotá existe preocupación frente a esta droga.
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Además, el ciclo de adicción y la búsqueda constante de la droga pueden tener un impacto negativo en la salud mental de una persona.
Si el fentanilo se consume en formas no médicas, como mediante inyección, existe un riesgo de infecciones graves, como el VIH
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