Programa de investigación periodística emitido en treinta y cinco canales de televisión en el mundo. Con su slogan: historias diferentes, Testigo Directo se convierte en uno de los magazines periodísticos independientes de reconocimiento en la televisión estadounidense y colombiana, como entre los cibernautas.
Ha surgido una preocupación alarmante acerca del uso no autorizado de un medicamento destinado a animales, conocido como xilacina o más conocido como ‘tranq’, se llama así ya que es un tranquilizante para animales.
(Le puede interesar: Esta es la conexión secreta entre bandas criminales y algunos carretilleros en Bogotá)
Este es utilizado principalmente para caballos y otros cuadrúpedos de tamaño similar. Ha sido mal empleado por algunas personas que lo combinan con otras drogas, como cocaína, heroína y fentanilo, una preocupante mezcla para fines recreativos o adictivos.
Es fundamental entender que el consumo de xilacina por seres humanos puede tener consecuencias devastadoras para la salud y el bienestar de las personas. Este medicamento para animales pudre la carne y la piel de quienes lo consumen.
Algunas de las afecciones que llegan a tener son: descomponer los tejidos del cuerpo humano, reducir la respiración, la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la temperatura corporal, y produce somnolencia, mareo, visión borrosa, desorientación y dificultad en el movimiento.
(Lea también: Revelan la absurda cifra que le cobran a vendedores ambulantes por trabajar en Bogotá)
Su verdadero nombre es xilacina y es potente, barato y fácil de conseguir. En muchos casos los usuarios no saben que están consumiendo ‘tranq’ y si lo saben lo hacen porque no tienen acceso a otras drogas todo esto contribuye a que los consumidores parezcan muertos vivientes.
Uno de los problemas más grandes con esta droga es que es de venta libre y se puede conseguir en cualquier farmacia sin prescripción. Nuestro periodista Rodrigo Rodríguez hizo la prueba en Bogotá en uno de los almacenes agropecuarios más grandes para ver si lograba conseguirla y ver si quizá le pedían alguna prescripción para comprarla. Sin embargo, nuestro periodista pudo comprar esta droga sin ninguna restricción.
Hasta que el ‘tranq’ siga siendo de venta libre muchas personas se podrán seguir drogándose con este peligroso medicamento para animales, al parecer la única solución hasta el momento para parar esto es la prevención e intentar enseñar el peligro de esta nueva sustancia.
LO ÚLTIMO
.svg)
