El Quindío atraviesa una transformación social y demográfica que redefine los parámetros tradicionales de familia. Los datos de la Secretaría de Salud del Quindío muestran un descenso considerable en el número de nacimientos, pasando de 3.959 en 2024 a 2.461 en 2025. Esta reducción, de 1.498 nacimientos, señala que las nuevas generaciones han comenzado a replantear sus prioridades, valorando aspectos distintos a los que antes definían el sentido de estabilidad y futuro, como la maternidad temprana. Según Carlos Alberto Gómez Chacón, secretario de Salud departamental, desde 2023 se ha visto una tendencia sostenida a la baja en la cifra de nacimientos, acentuándose incluso el crecimiento negativo en 2024, donde se registraron más fallecimientos que nacimientos. Paralelamente, las estadísticas reflejan que la edad promedio del primer parto aumenta y se observa una baja en los embarazos adolescentes.
En contraste con la disminución de nacimientos, la cantidad de mascotas en los hogares quindianos mantiene un aumento constante. El informe, basado en datos suministrados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Secretaría de Agricultura, muestra que la población de perros y gatos alcanzó cerca de 180.646 individuos en 2025, un alza frente a los 178.859 de 2024. Esta inclinación a convivir con animales se inscribe también en la tendencia nacional y responde a cambios de tipo sociocultural y económico, en donde la mascota se integra como un miembro afectivo más del hogar.
Las cifras del boletín estadístico revelan que la mayor parte de los nacimientos sigue concentrándose en Armenia, pero la cantidad registrada ha descendido un 11 % desde 2023. La mayoría de madres que dan a luz pertenecen ahora al rango de 20 a 35 años, desplazando la maternidad adolescente a porcentajes menores. Los partos en instituciones de salud representan casi la totalidad de los casos, lo que muestra avances en cobertura y atención, aunque persisten nacimientos fuera del ámbito hospitalario, si bien en proporciones muy bajas.
Por otra parte, la veterinaria María Isabel Marín Salazar señala que el crecimiento anual de la población de mascotas se mantiene en torno al 1%, por lo que las cifras permiten planificar desde la gestión pública campañas y servicios de bienestar animal. Además, la experta destaca que esta preferencia de los hogares por las mascotas está relacionada con variables emocionales y de estilo de vida: frente a la exigencia y costo económico que supone criar un hijo, la mascota representa una alternativa de compañía, menos demandante y que se ajusta mejor a los horizontes y libertades individuales de muchos jóvenes.
Entrevistas recopiladas por La Crónica del Quindío con jóvenes entre 25 y 29 años apuntan que la decisión de posponer la maternidad tiene múltiples causas: la incertidumbre económica, la búsqueda de estabilidad profesional, la falta de figuras paternas estables y los desafíos sociales y ambientales. Para muchos, la presencia de una mascota responde a la necesidad de afecto, compañía y sentido de responsabilidad sin corresponder a las demandas de un hijo. Otros consideran que la maternidad aún debe tener un lugar, pero también reconocen que los retos actuales vuelven cada vez menos atractiva la paternidad o maternidad temprana. En síntesis, el Quindío ilustra un cambio de paradigma, en el cual se reconfigura el significado de “familia”, otorgando nuevas dimensiones a las relaciones afectivas y la convivencia diaria.
¿Qué implica la “tenencia responsable” de mascotas y por qué es relevante en el Quindío?
El fenómeno de la tenencia responsable de mascotas se refiere a la obligación ética y legal que asumen los dueños para garantizar el bienestar físico y emocional de los animales bajo su cuidado. Esta implica ofrecer atención veterinaria, alimentación adecuada, ejercitación, socialización y evitar el abandono, así como llevar a cabo prácticas como la esterilización y la vacunación.
Este aspecto es pertinente en el Quindío, especialmente en el contexto del creciente número de mascotas registrado en los municipios. Según la información suministrada por el Programa de Protección y Bienestar Animal, al incrementarse la convivencia con animales, se hacen necesarias campañas sostenidas de educación, estadísticas actualizadas y servicios públicos que atiendan tanto la salud animal como la salud pública en general. Así, la tenencia responsable se convierte en un eje clave para disminuir problemas como el abandono, el maltrato y la sobrepoblación, al mismo tiempo que promueve un entorno armónico y saludable para personas y animales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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