Por: Robby Bienestar

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Este artículo fue curado por July Morales   Ene 9, 2024 - 10:42 am
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La Novena de Aguinaldos es una tradición navideña. Consiste en una serie de nueve días de oraciones y reflexiones que comienzan el 16 de diciembre y culminan en la celebración de la Navidad el 24 de diciembre. Se realiza principalmente en los hogares, iglesias o comunidades.

(Vea también: Virgen de Guadalupe: novena completa y por días para solicitar su ayuda)

Esta novena conmemora diferentes momentos relacionados con el nacimiento de Jesús y la historia navideña. También se cantan villancicos, se comparten reflexiones sobre la historia bíblica y se ofrece un aguinaldo, que es un pequeño regalo o detalle que se da a los participantes como símbolo de alegría y generosidad. A continuación, el paso a paso de cómo debe rezar el sexto día de novena.

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Novena de Aguinaldos: guía para realizarla 

  1. Bendición inicial
  2. Oración para todos los días.
  3. Oración a la Santísima Virgen.
  4. Oración a San José.
  5. Oración al Niño Jesús.
  6. Gozos.
  7. Consideración del día.
  8. Villancicos.

(Vea también: Novena a la Virgen de Santa Marta 2023 para festejar en su día: véala completa y por días)

Bendición inicial

  • En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.

Oración para todos los días

  • Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les dísteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicando por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.”

Se reza tres veces: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén”.

Oración a la Santísima Virgen

  • Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongais mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. ¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo guardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén”.

Se reza tres veces: “Ave María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”

Oración a San José

  • “¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervoroso deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén”. (Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).

Oración al Niño Jesús

  • “Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén”.

Gozos de la Novena de Aguinaldos

  1. ¡Oh, sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras…
  2. ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo! Ven a nuestras…
  3. ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo. Ven a nuestras…
  4. ¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado! Ven a nuestras…
  5. ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tú esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. Ven a nuestras…
  6. ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo! Ven a nuestras…
  7. ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso! Ven a nuestras…
  8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo! Ven a nuestras…
  9. ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean en tiempos cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario! Ven a nuestras…
  10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano! Ven a nuestras…
  11. ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto! Ven a nuestras…
  12. ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!

(Lea también: Oraciones al Divino Niño Jesús para que le ayude en todas sus dificultades)

Novena de Aguinaldos: consideración sexto día (21 de diciembre)

  • Jesús había sido concebido en Nazaret, domicilio de San José y de María, y allí era de creerse que había de nacer, según todas las probabilidades. Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera y los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de David. Para que se cumpliese esa predicción, Dios se sirvió de un medio que no parecía tener ninguna relación con este objeto, a saber: la orden dada por el emperador de que todos los súbditos del imperio romano se empadronasen en el lugar de donde eran originarios. María y José como descendientes que eran de David, no estaban dispensados de ir a Belén, y ni la situación de la Virgen Santísima ni la necesidad en que estaba José del trabajo diario que les aseguraba la subsistencia, pudo eximirles de este largo y penoso viaje, la estación más rigurosa e incómoda del año. No ignoraba Jesús en qué lugar debería nacer e inspiraba a sus padres que se entreguen a la Providencia, y que de esta manera concurran inconscientemente a la ejecución de sus designios. Almas interiores observad este manejo del Divino Niño, porque es el más importante de la vida espiritual: aprended que quien se haya entregado a Dios ya no ha de pertenecerse a sí mismo, ni ha de querer en cada instante sino lo que Dios quiera para él; siguiéndole ciegamente aún en las cosas exteriores, tales como el cambio de lugar donde quiera que le plazca conducirle. Ocasión tendréis de observar esta dependencia y esta fidelidad inviolable en toda la vida de Jesús, y este es el punto sobre el cual se han esmerado en imitarle los santos y las almas verdaderamente interiores, renunciando absolutamente a su propia voluntad”.

Villancicos navideños para la Novena de Aguinaldos 

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.

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