Por: Robby Bienestar

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Este artículo fue curado por July Morales   May 6, 2024 - 8:35 am
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La Virgen de Guadalupe es una figura venerada en la fe católica, especialmente en México y otras partes del mundo. Según, en 1531, la Virgen María se apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, dejando su imagen impresa en su tilma (manta de algodón). Su fiesta es celebrada el 12 de diciembre.

Este evento es fundamental en la historia religiosa mexicana, simbolizando la fusión de la cultura indígena y la religión católica. La Virgen de Guadalupe es considerada la patrona de México y de América Latina. Su imagen es apreciada por su conexión espiritual y cultural, representando un vínculo entre lo divino y lo humano.

(Vea también: El rezo que hacen los más desesperados en situaciones difíciles y agobiantes)

Los creyentes afirman haber recibido su ayuda en milagros familiares, cura de enfermedades, protección ante peligros y más. Hacer la novena le ayudará a fortalecer la fe a través de la oración y la reflexión, también puede pedir por su intercesión, buscar su amparo, protección, guía, peticiones y confiar en su ayuda.

Novena a la Virgen de Guadalupe: guía paso a paso para hacerla

  1. Oración inicial
  2. Oración diaria de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe
  3. Señal de la Santa Cruz.
  4. Acto de contrición.
  5. Peticiones y deseos
  6. Oración final

Oración inicial: Novena a la Virgen de Guadalupe

  • Virgen de Guadalupe, madre de América. Tiende tu protección sobre todas las naciones del continente y renueva su fidelidad a Cristo y a la iglesia. Suscita propósitos de equidad y rectitud en sus gobernantes. Protégenos de las injusticias y discriminación. Cuida a los niños. Guarda la unidad de las familias. Que desde está tu imagen manifiestes siempre tu clemencia, tu compasión y tu amparo. Te lo pedimos por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén”

Oración diaria de San Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

  • “¡Oh Virgen Inmaculada, madre del verdadero Dios y madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu hijo Jesús, único redentor nuestro. Madre de misericordia, maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado, señora y madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas. Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios. Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del hijo de Dios. Virgen Santa María, madre del amor hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos. Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a él, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el sacramento de la penitencia, que trae sosiego al alma. Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos que son como las huellas que tu hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.…(orar el padre nuestro completo)”

Señal de la Santa Cruz 

  • Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén

Acto de contrición para todos los días 

  • “Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo  enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén”.

Oración del Padre nuestro

  • “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.”

Avemaría 

  • “Ave María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
  • “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”

Gloria 

Gloria al padre, al hijo y al espíritu santo, y a la madre de Dios. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final: Novena a la Virgen de Guadalupe

Virgen María de Guadalupe, madre del verdadero Dios. En San Juan Diego, el más pequeño de tus hijos, tú dices hoy a los pueblos del Continente de América: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?, ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás por ventura en mi regazo?”

Con profunda gratitud reconocemos a través de los siglos todas las muestras de tu amor maternal, tu constante auxilio, compasión y defensa nuestras, de los pobres y sencillos de corazón. Con esta certeza filial, te pedimos que como en Belén, nos des a tu divino hijo, porque sólo en él y con él se renueva la existencia y el camino de la edificación de una sociedad justa y fraterna.

A ti, misionera celeste del nuevo mundo, con tu rostro mestizo, luminosamente manifiestas su identidad y unidad. En ti confiamos el destino de nuestros pueblos. A ti pregonera del Evangelio de Cristo, estrella de la nueva evangelización, consagramos la labor misionera de tus peregrinos. ¡Oh, Dulce Señora!, ¡Oh, Madre Nuestra!, ¡Oh siempre Virgen María! tu presencia nos hace hermanos. Acoge con amor esta súplica de tus hijos y bendice esta amada tierra tuya con los dones de la reconciliación y la paz. Amén.”

Oraciones por días

A continuación encontrará la Novena a la Virgen de Guadalupe completa y día por día.

Primer día: Novena de la Virgen de Guadalupe

  • “¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus sagradas sienes pública que eres reina del universo. Lo eres, Señora, pues como hija, como madre y como esposa del altísimo tienes absoluto poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas. Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por elección de mi voluntad. Ved que, aquí postrado delante del trono de tu majestad, te elijo por mi reina y mi señora, y con este motivo quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los designios que tiene de mí la providencia divina, pasen por tus manos. Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta. Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel señor que tanto complace al mundo. Amén.”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Segundo díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué bien se conoce que eres abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como reina de los Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y procurando a favor nuestro! ¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza? Siendo que no hay en todo mi corazón suficiente caudal para pagarlo. A ti recurro para que me enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor. Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al todopoderoso me haga suyo y me conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Tercer díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • “¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que estás íntimamente unida al sol de la divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz, que no sea gracia y que no sea santidad! ¡Qué puedo creer, sino que estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en su corazón! Sea para bien, señora, tan alta felicidad. Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no te amo a ti por Dios. Amén”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Cuarto díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • “¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies y que en prueba de su gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas repisa a tu majestad, ¿Qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para santificándola con tus divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía? Dígnate, señora, de admitir este obsequio; no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el mérito que le falta por mi miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo. Entra a registrar mi corazón y verás que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo y el temor de ofender a tu hijo divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en él sino Jesús y María. Amén”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Quinto díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • “¿Qué correspondía a quien es un cielo por su hermosura, sino uno lleno de estrellas? ¿Con qué podía adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lúcidas y tan resplandecientes como las tuyas? Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo unir en ti hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en ti para que mi corazón no se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo. No podré lograr este deseo si esos resplandecientes astros con que estás adornada no infunden una ardiente y fervorosa caridad, para que ame de todo corazón y con todas mis fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios a ti, como objeto digno de que lo amemos todos. Amén.”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

(Lea también: Día del Sagrado Corazón de Jesús: oraciones para honrar esta celebración católica)

Sexto díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué bien dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de tu primer instante estuviste llena de gracia. Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y sólo soy constante en mis viciosas costumbres. Duélete de mí, madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a tus pies, esto es, firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Séptimo díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • “¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada veo en este hermosísimo retrato que no me lleve a conocer las perfecciones de que te dotó el Señor a tu alma inocentísima. Ese lienzo grosero y despreciable; ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu asombrosa santidad. No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan Diego, para que en ella estampase tu rostro, que es encanto de los ángeles, maravilla de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿Cómo no he de esperar yo de tu benignidad, que la miseria y pobreza de mi alma no sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima? Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo, Señora, en tus manos y no lo dejes jamás, pues mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Octavo díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • “¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué misteriosa y qué acertada estuvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición! Aludió sin duda a aquel finísimo oro de la caridad y del amor de Dios con que fueron enriquecidas tus acciones. Y ¿Quién duda, Señora, que está tu encendida caridad y amor de Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en la patria celestial, ¿te has olvidado de nosotros? Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable; dale la mano a quien caído te invoca para levantarse; tráete la gloria de haber encontrado en mí una misericordia proporcionada, más que todas, a tu compasión y misericordia. Amén”

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Noveno díaNovena de la Virgen de Guadalupe

  • “¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué cosa habrá imposible para ti, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad ni la grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en más de cuatro siglos ha sido capaz de destrozarle ni borrarle? ¡Qué motivo tan fuerte es este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, acordándote del amplio poder que te dio la Divina Omnipotencia del Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas! No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate sólo mirarme, y ya con esto alentaré mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan tus entrañas sobre el miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada Virgen María. Amén”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta novena. Rezar padre nuestro, Avemaría y Gloria para alcanzar la gracia deseada.

Recuerde que la importancia de la novena radica en la actitud y el corazón con que se realice. Es una oportunidad para profundizar la relación con la Virgen de Guadalupe y abrirse a la acción de Dios en su vida. Cada persona puede encontrar su propia conexión y sentido en la devoción a través de esta novena.

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.

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