Este año, el invierno europeo puede preciarse de no haber sido particularmente riguroso y los más optimistas empiezan a ver la primavera a la vuelta de la esquina.
La primavera es definitivamente una de nuestras épocas favoritas para viajar pues el clima puede ser un poco menos agobiante que en pleno verano y, además, los turistas no pululan donde quiera que pisemos en el Viejo Continente. Si precisamente esto, tierras (en la medida de lo posible) libres de hordas de turismo es lo que están buscando, estos son algunos de nuestros rincones favoritos para disfrutar en esta temporada.
Eslovenia
Este es uno de los secretos aún mejor guardados de toda Europa.
Eslovenia es un pequeño país eslavo que hizo parte de la antigua Yugoslavia donde se puede hacer una especie de 3×1 sin recorrer mayores distancias.
¿A qué nos referimos?
A que se puede disfrutar de cosa Adriática al mejor estilo italiano o croata, de la belleza y verdor alpino en sus montañas y a una herencia arquitectónica y cultural exquisitas en un espacio geográfico pequeño y de muy fácil movilidad.
¿A dónde ir?
Equiparables en belleza a sus homónimos de Suiza y Austria, los Alpes Julianos son el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza de montaña. Esta área aún virgen de turismo masivo muestra especial belleza en primavera cuando el clima soleado y suave permite diversas actividades al aire libre disfrutando del escénico trasfondo de los picos aún nevados.
No pueden perderse el pintoresco lago de Bled, con su isla y su capilla en el centro. Definitivamente uno de los spots más lindos del país
Si tienen ganas de costa y poblaciones históricas, Piran es el lugar. Ciudad histórica que se remonta a la época bizantina, Piran tiene todo el encanto de las antiguas fortalezas costeras que en este caso cuenta la historia de los periodos en los que aquí reinaban los venecianos y los austriacos.
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Sin duda, la joya de la corona de la Liguria Italiana. Este estrecho costero compuesto por cinco pueblos de colores vivos escarpados en la roca son un ‘once in a lifetime must’ para los amantes de la cultura italiana.
Riomaggiore, Manarola, Vernazza, Monterosso y Corniglia, constituyen un rincón único y de belleza contundente que puede ser apreciada a pie desde los diferentes senderos que bordean el mar o el filo de la montaña. La primavera es ideal para este recorrido pues en esta época el clima resulta más benigno para pasear y disfrutar del paisaje que durante el arduo verano italiano cuando, además, el turismo está en pleno auge.
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Spreewald, Alemania
Esta región de Brandemburgo está compuesta por pintorescos canales navegables y bosques tupidos que florecen de abril a junio. Desconocida para muchos, está a tan solo una hora y media de Berlin y vale la pena si se está buscando paz, tranquilidad y bueno… material instagrameable que tal vez sólo ustedes tengan.
La especialidad primaveral de la zona son los espárragos e infinitas variedades de pepinillo en salmuera que aparecen en todos los menús locales y que se pueden ir comprando y degustando sobre los canales a medida que se navegan. Hagan de cuenta un ‘sail through’ en vez de ‘drive through’ (acepten que suena como algo muy cool).
Los paseos en kayak, la caminata ecológica y la relajación absoluta en pequeñas y tradicionales pensiones hacen de Spreewald un rincón privilegiado para quienes buscan una escapada bucólica y tranquila.
Bonus Tip:
Spreewald tiene uno de los centros de bienestar más increíbles que conocemos: piscinas termales interiores y exteriores y un jardín con diferentes tipos de saunas simplemente de muerte lenta.
Lituania
Lituania es un país pequeño, pero con mucho para ver para aquellos que busquen un destino a la vez vibrante en cultura, rico en historia y con buenos escapes a la naturaleza.
Vale mucho la pena conocer Vilnius, su capital, que está despertando como uno de los nuevos hot spots europeos con excelente gastronomía y una movida nocturna digna de una capital con C mayúscula. Es además perfecta para caminar apreciando sus iglesias ortodoxas y cristianas, sus amplios y agradables parques y un centro histórico que parece salido de un clásico cuento de los hermanos Grimm.
Hay que aprovechar para conocer el mar Báltico y sus enclaves como Palanga, con sus coloridas casas de madera tradicionales o el Parque Botánico que, según la leyenda, era un lugar de adoración pagana mantenido por las vírgenes del lugar.
Un poco más al norte, el uno de los parajes más bonitos y escénicos de la nación conocido como el Istmo de Curlandia, donde playas de arena blanca a borde de bosque esperan a los aficionados de los parajes alternativos.
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Islas Jónica, Grecia
Cuando la gente piensa en las Islas Griegas, por lo general los primeros nombres que surgen son los de Santorini, Mikonos o Creta. Pero la verdad es que Grecia cuenta con más de dos mil islas de las cuales alrededor de doscientas están habitadas y listas para recibir a los viajeros sedientos de parajes idílicos y mar como nunca antes han visto.
Para esta primavera, recomendamos una serie de Islas que no suelen ser tan conocidas, pero que precisamente por eso son aún más especiales. Nada de Ferraris ni bronceados que rozan la cancericidad en ambientes que resultan algo “nouveau riche”.
Aquí la playa el mar no tienen nada que envidiarle a sus pares más elogiadas y en cambio los precios si pueden resultar mucho más amigables.
Desde varias ciudades de Europa es fácil encontrar vuelos low cost a Corfú que resulta un excelente punto de partida para explorar este archipiélago.
¿Qué islas recomendamos?
Definitivamente ganadoras Corfú, Lefkada e Itaca (que además no puede estar más cargada de significado histórico).
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