La historia de este delicioso postre japonés es más o menos reciente. En la región de Kansai el chef Rikuro Nishimura decidió vender postres recién salidos del horno y así empezó a considerar recetas. Dio con una combinación que lo haría famoso. Queso danés, huevos y leche. Hoy no solo es famoso en Osaka sino alrededor del mundo: así nació el Cheesecake japonés.

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No estamos diciendo que Rikuro inventara este espectacular plato japonés, pero es uno de los más populares en el planeta. Debido en parte a las redes sociales, que comparten vídeos de este manjar japonés que se marca in situ con un sello de metal caliente. Hay cientos de recetas, pero más o menos todas son la misma combinación de harina, fécula de maíz, queso, huevos y leche.

Cheesecake japonés

Ingredientes:

  • 200 gramos de Queso crema
  • 6 Huevos 
  • 1/3 taza de Leche
  • 3/4 taza de Harina
  • 140 gramos de Azúcar
  • 50 gramos de Mantequilla
  • 2 cucharadas de Jugo de limón
  • Sal

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Lo primero que debes hacer para hacer este plato es separar los huevos y meter las claras a la hielera, luego se coloca la leche junto con la mantequilla y la mitad del azúcar en una olla a fuego medio, vierte el queso crema y deja que se vuelva una mezcla uniforme, también deberás precalentar tu horno a 160° grados para que al momento de meter tu cheesecake, este ya tenga la temperatura correcta, retira tu mezcla del fuego y deja que se enfríe durante unos veinte minutos.

Cuando la mezcla esté tibia agrega una pizca de sal y las yemas, mezcla muy bien e incorpora la harina poco a poco para lograr una masa líquida y sin grumos; por otro lado bate las claras con el resto del el azúcar y el jugo de limón hasta formar picos firmes.

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Luego, mezcla las claras montadas junto con la masa de leche y queso de forma envolvente, coloca en un molde forrado con papel para hornear y hornea a baño maría por 40 minutos, baja la temperatura a 130 grados y hornea otros 40 minutos, apaga el horno y deja reposar por 10 minutos antes de sacarlo y desmoldar.