Por: Portal Bogotá

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Este artículo fue curado por pulzo   Sep 9, 2025 - 7:44 am
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La iniciativa conocida como Canasta Regional: Alimentos de nuestra tierra se posiciona como un programa clave en el esfuerzo por garantizar el acceso a la alimentación de poblaciones vulnerables en Bogotá y Soacha. Impulsada por la Región Metropolitana y diferentes organizaciones asociadas, la propuesta está centrada en asegurar el derecho fundamental a la alimentación mediante la entrega de cuatro canastas de alimentos frescos, de calidad y cultivados por productores locales. Esta estrategia, según datos publicados por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico de Bogotá, dirige su apoyo de manera simultánea tanto a quienes más lo requieren como a los productores regionales, fortaleciendo así el tejido agrícola y social de la zona.

A la par de la distribución de alimentos, el programa integra capacitaciones orientadas a promover una alimentación saludable y buenas prácticas en la manipulación y aprovechamiento de los productos recibidos. Este enfoque dual permite no solo satisfacer necesidades básicas inmediatas, sino también fomentar hábitos que impacten de manera positiva en la salud pública y en el uso responsable de los recursos alimentarios. La intención es crear un vínculo más directo y consciente entre quienes producen y quienes consumen, aportando a una mayor sostenibilidad y autonomía alimentaria.

El contexto de inseguridad alimentaria en América Latina, acentuado por crisis sanitarias y climáticas, ha motivado a organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a recomendar el fortalecimiento de redes cortas de comercialización y el impulso a la agricultura local. Las acciones adelantadas en Bogotá y Soacha responden a estos lineamientos globales, adaptándose a la realidad de pequeños y medianos productores colombianos que deben superar barreras derivadas de la informalidad y el acceso restringido a mercados, según informes de la FAO y la Secretaría de Desarrollo Económico.

La metodología de selección para las familias beneficiarias exige residencia en barrios específicos de Soacha y distintas localidades de Bogotá, además de estar inscritas en el Sisbén, un sistema de identificación de potenciales beneficiarios de programas sociales en Colombia. Para evitar duplicidades, quienes ya hayan recibido ayudas alimentarias por medio de otros programas públicos en 2024 quedan excluidos en este ciclo.

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En cuanto a las organizaciones productoras, los requisitos son estrictos: deben proveer documentos válidos, demostrar un número mínimo de asociados, y contar con capacidad para abastecer productos esenciales en la canasta básica definida por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico. Esta estructura fomenta la profesionalización de agrupaciones campesinas, las cuales, por lo general, enfrentan dificultades para integrarse de manera competitiva al mercado nacional.

La relación directa entre productores y familias no solo reduce la inseguridad alimentaria, sino que revitaliza la economía regional al fortalecer cadenas de abastecimiento y comercialización local. Según las autoridades distritales, este tipo de estrategias alimentarias integrales son esenciales para consolidar puntos de abastecimiento estables y competitivos en el tiempo, lo cual fortalece la autonomía alimentaria y el crecimiento económico local.

Finalmente, la iniciativa se caracteriza por su articulación entre entidades públicas y organizaciones del sector agrícola, alineándose con las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2 de la Agenda 2030. La formación paralela que reciben los beneficiarios, conforme a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, representa un avance hacia la prevención de enfermedades vinculadas a la dieta, permitiendo que la asistencia material se complemente con educación nutricional y sanitaria.

¿Qué impacto puede tener esta iniciativa en la economía de los productores locales?
El impulso de programas como Canasta Regional: Alimentos de nuestra tierra tiene efectos relevantes sobre los productores locales, ya que facilita su acceso a canales de comercialización más sólidos y competitivos, de acuerdo con los reportes oficiales consultados. Al establecer vínculos directos con los consumidores y al exigir procesos de organización más estructurados, las agrupaciones campesinas logran posicionarse mejor en el mercado regional, reduciendo intermediarios y asegurando mejores condiciones para la venta de sus productos. Como resultado, esto contribuye a abrir nuevas oportunidades económicas, afianzar la profesionalización agrícola y proporcionar mayor estabilidad a los agricultores afectados históricamente por la informalidad y la precariedad comercial.

Además, la inclusión de estos actores en convocatorias públicas les permite fortalecer su capacidad de gestión y adquirir mayor visibilidad frente a entidades estatales y privadas. Este acompañamiento institucional, sumado al incentivo de prácticas agrícolas sostenibles, incrementa las posibilidades de que los productores participen en futuras iniciativas y proyectos de desarrollo rural en Bogotá y Soacha.

¿Cómo se define la seguridad alimentaria en el contexto de este programa?
De acuerdo con la información oficial del proyecto y con los criterios establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la seguridad alimentaria implica no solo el suministro suficiente y periódico de alimentos, sino también su calidad, inocuidad y accesibilidad para la población más vulnerable. En el caso de la Canasta Regional, esto se refleja en la entrega de productos locales frescos, cultivados bajo estándares estrictos, y en la vigilancia de que estos alimentos lleguen a quienes realmente los necesitan, evitando exclusiones o duplicidad en los beneficiarios.

El concepto también abarca la dimensión educativa, ya que la seguridad alimentaria supone el conocimiento y práctica de hábitos saludables que minimicen riesgos de enfermedades asociadas a una alimentación inadecuada. Por eso, la iniciativa integra capacitaciones y orientación técnica, garantizando que la ayuda no sea solo paliativa sino transformadora para las familias participantes.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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