Armenia se convirtió recientemente en el epicentro de un evento significativo para el desarrollo cultural del Quindío. En una ceremonia realizada en el Teatro de la Fundación Cultural del Quindío (Fundanza), un total de 66 creadores pertenecientes al departamento recibieron su certificación como técnicos laborales, marcando un hito tras un meticuloso proceso de validación de saberes y experiencia artística. Los graduados se especializaron en tres campos fundamentales del sector: 25 en Danza, 25 en Música y 16 en Interpretación, logística organizada bajo el marco de la Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano.
Este proyecto se lleva a cabo bajo el liderazgo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes mediante el programa “Artes para la Paz”, con la colaboración del Tecnológico de Artes Débora Arango. El acto reconoció la importancia de dignificar el oficio artístico y de abrir nuevas rutas de desarrollo personal y profesional para quienes han hecho de las expresiones artísticas su forma de vida. Según declaraciones de Fabián Sánchéz Molina, viceministro de las Artes y la Economía Cultural y Creativa, el proceso valida el esfuerzo, la disciplina y la pasión invertidos durante años por los artistas, dotándoles de herramientas formales para seguir contribuyendo a la transformación de sus comunidades.
Uno de los componentes clave en este avance es la implementación del sistema de Reconocimiento de Aprendizajes Previos (RAP). Este modelo está diseñado para certificar oficialmente las competencias que los participantes han adquirido a través de la experiencia laboral, el aprendizaje empírico o por medio de estudios que no llegaron a culminar formalmente. De esta manera, el RAP otorga un título técnico laboral que mejora el perfil profesional y abre las puertas a nuevas oportunidades dentro del sector artístico y cultural.
La relevancia de este proceso trasciende el ámbito regional, ya que la acreditación de los 66 creadores del Quindío se integra en una estrategia nacional más amplia. Según información de Crónica del Quindío, “Artes para la Paz” ha permitido que más de 1.000 creadores en 28 departamentos del país obtengan certificaciones similares, consolidando un movimiento que respalda el talento y la diversidad artística colombiana. La apuesta por formalizar los saberes técnicos y tradicionales no solo impulsa el reconocimiento social y económico de los artistas, sino que también fortalece el tejido cultural de las regiones, elevando sus manifestaciones y aportando nuevas herramientas a sus protagonistas.
En este contexto, la certificación técnica laboral se presenta como un avance fundamental en la profesionalización del sector cultural, allanando el camino para que los creadores continúen generando impacto, tanto a nivel local como nacional.
¿Qué es el sistema de Reconocimiento de Aprendizajes Previos (RAP) y por qué es importante?
La inquietud sobre el funcionamiento y la importancia del sistema de Reconocimiento de Aprendizajes Previos (RAP) resulta fundamental para entender este tipo de iniciativas. El RAP, según los detalles mencionados por Crónica del Quindío, opera como un mecanismo que valida competencias obtenidas fuera de los sistemas educativos tradicionales, ya sea a través de la experiencia laboral, el aprendizaje empírico o estudios no concluidos.
Este modelo es relevante porque posibilita que las personas cuyas trayectorias no siguieron el camino académico convencional, pero que han adquirido conocimientos y habilidades valorados dentro de su campo, tengan la opción de obtener un respaldo oficial a su experticia. De esta manera, el RAP impulsa la inclusión, la profesionalización y el reconocimiento de los saberes adquiridos en contextos diversos, lo que contribuye significativamente al desarrollo tanto individual como colectivo dentro del sector cultural.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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