El departamento del Quindío ha sido testigo de un notable auge en el cultivo del cacao durante los últimos cinco años, reflejando un crecimiento sostenido en las hectáreas sembradas. Este fenómeno, según información recabada por La Crónica del Quindío, se debe a la rentabilidad que ofrecen tanto los precios nacionales como internacionales del grano, unido a las condiciones óptimas del suelo y las prácticas agrícolas favorecedoras existentes en la región. Tales factores contribuyen a reducir los costos y simplificar el manejo del cultivo, lo que, a su vez, incentiva a más productores a sumarse al sector.

Mauricio Muriel Arcila, agrónomo de la Secretaría de Agricultura del departamento, indicó que La Tebaida lidera tradicionalmente los registros de producción, pero municipios como Montenegro y Quimbaya también se han sumado con fuerza a este resurgimiento, una tendencia reforzada por el reconocimiento internacional del cacao quindiano. Los galardones obtenidos por su calidad han permitido que este producto compita incluso con el café, uno de los cultivos más emblemáticos de la región.

De acuerdo con Muriel, el cacao aporta ventajas en comparación con el café, particularmente en lo referente a los costos operativos. Al requerir menos plantas por hectárea y un sistema de siembra más espacioso, la necesidad de mano de obra se reduce. Además, los costos de fertilización y control de enfermedades suelen ser menores en el cacao. No obstante, mientras que el precio del cacao ha experimentado una ligera caída por el aumento en la producción internacional, todavía mantiene una buena rentabilidad para los productores locales.

José Elí Blandón Ramírez, representante legal de la Asociación de Cacaoteros del Quindío (Cacaoquín), recordó que hasta los años setenta la región era eminentemente cacaotera, pero enfermedades devastadoras arruinaron entonces el sector, lo que cambió la base económica local. Gracias al trabajo científico de la Federación Nacional de Cacaoteros, Colombia hoy es el único país cuya producción está compuesta en su totalidad por cacao fino de aroma y sabor, una ventaja que posiciona también al Quindío ante mercados internacionales exigentes.

La calidad del cacao producido en el departamento se ve respaldada por el hecho de que está libre de cadmio, un metal pesado cuyo contenido es estrictamente vigilado en Europa. Sin embargo, Blandón lamenta que el potencial competitivo de esta característica no ha sido debidamente explotado por las autoridades, mostrando la necesidad de consolidar una verdadera cadena productiva con respaldo institucional.

En el ámbito internacional, el cacao del Quindío ha comenzado a destacar en eventos de talla mundial. José Luis Pérez Arango, gerente de Casa Rivera del Cacao, relató a La Crónica del Quindío cómo dos tabletas elaboradas en la región fueron distinguidas en el Salón del Chocolate de París, obteniendo la máxima calificación de un jurado especializado. Estos reconocimientos no solo valoran la calidad sensorial del cacao, sino también las prácticas sostenibles aplicadas en su cultivo y transformación.

Por otra parte, la secretaria de Turismo, Juana Camila Gómez Zamorano, destacó la creación de la Ruta del Cacao, una experiencia agroturística que integra producción, transformación y comercialización del cacao local. Esta iniciativa ha permitido fortalecer el sector, articular las diferentes fincas productoras y proponer al departamento como un destino de turismo rural con identidad propia, abriendo nuevas oportunidades de acceso a mercados y aprendizaje dentro de la Red Mundial del Cacao.

En suma, el panorama actual del cacao en el Quindío es el resultado del esfuerzo conjunto de productores, asociaciones y entidades estatales, quienes han entendido la importancia de sumar calidad, innovación y articulación institucional para reposicionar este cultivo como una apuesta productiva, económica y cultural de relevancia cada vez mayor.

¿Por qué el contenido de cadmio en el cacao es una preocupación internacional?

El cadmio es un metal pesado cuya presencia en productos agrícolas, como el cacao, está estrictamente regulada a nivel internacional, especialmente por normativas de la Unión Europea, debido a su potencial efecto tóxico en la salud humana. El hecho de que el cacao del Quindío presente niveles significativamente bajos de cadmio representa una importante ventaja competitiva y facilita el acceso a mercados de alta exigencia, garantizando la inocuidad y calidad del producto.

Comprender la relevancia de este aspecto permite valorar tanto las oportunidades comerciales como los retos para los productores locales. La baja concentración de cadmio no solo responde a buenas condiciones edáficas y agrícolas locales, sino también a procesos de monitoreo y selección de variedades adecuadas. Este plus debería ser considerado en las estrategias de promoción y consolidación del cacao quindiano en el escenario internacional.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.