Severo Sinvergüenza es un local de waflles ubicado en el Parque del Perro, en Cali. Se viralizó en los últimos días por las formas sexualizadas de sus preparaciones y por la picante manera en la que atienden a la clientela, en su mayoría, mujeres.

La polémica se desató luego de que se conociera un video de un mesero aplicando leche condensada en el cuerpo de una clienta para después lamerla. Las dinámicas del local dividen opiniones, pues aunque a muchos les parece una experiencia innovadora, otros señalan que es pura vulgaridad.

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Caracol Radio habló con Alfonso Lozano, vocero del establecimiento, quien detalló que esta situación fue un error de uno de sus colaboradores, pero que fue consensuado y buscando satisfacer a la clienta.

“Todo dentro del establecimiento es consensuado, se hace una experiencia y la persona que esté allí pone el límite hasta dónde quiere llegar. Con el caso se tomaron las medidas pertinentes, pero no se sancionó, no se sacó del establecimiento porque pensamos que un error lo comete cualquiera, pero si se llegó a un acuerdo con él”, comentó.

Severo Sinvergüenza frenará escenas pasadas en su negocio

El vocero aclaró que al local no se permite el ingreso de menores de edad y que hasta el momento no han recibido ninguna sanción o citación, pese a que la Alcaldía de Cali rechazó que esas escenas se registren en un establecimiento gastronómico.

En ese sentido, enfatizó en que la temática “parte desde el morbo” y que tienen “un nivel de humor que es muy agradable”, por lo que sí le bajarán a ese tipo de atención que puede provocar malestar entre la ciudadanía.

“No va a volver a suceder, fue parte de un error que cometió uno de los compañeros de trabajo y la verdad yo me siento comprometido y eso no volverá a suceder”, dijo a la emisora.

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Más allá de las críticas recibidas por los actos que hacen los trabajadores del local, a decenas de caleños les facinó lo que vieron en redes sociales y se fueron a comprobarlo con sus propios ojos.

En la tarde y noche de este 4 de marzo, hombres y mujeres visitaron el establecimiento. Se formaron largas filas y al frente del local había una multitud observando con curiosidad lo que sucedía adentro.