Después de solicitar un préstamo y darse cuenta de que no podía pagar dicho dinero, una mujer de Indonesia identificada como Liza Dewi Pramita recurrió a fingir su muerte para engañar al prestamista.

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Su acreedora Maya Gunawan, quien habló con el medio local Tribun Medan, explicó que antes de prestarle 4.2 millones de rupias indonesias, es decir cerca de 1’300.000 pesos, les consultó a varias personas.

“Pregunté en el grupo de WhatsApp, amigos me la recomendaron (para darle un préstamo)”, aseguró la mujer sobre cómo fue que le prestó la suma de dinero a la otra señora.

Lo curioso de la situación es que ninguna de las dos había hablado previamente, pues solo por el hecho de tener amigos en común la dueña del dinero confió en que no tendría problema alguno. Sin embargo, su sorpresa llegó cuando vio una publicación en redes que informaba el fallecimiento de la deudora.

Según relató Gunawan en el mismo medio, el extraño anuncio lo vio en la cuenta de Facebook del hijo de Pramita, el cual estaba acompañado de varias fotos del supuesto cadáver de la mujer.

Para su sorpresa, todo se trataba de una estrategia con la que buscaban engañarla para que olvidara la deuda, ya que no había podido cumplir con los tiempos de pago pactados por problemas económicos.

Aunque en la publicación de redes se mencionaba que la mujer había muerto a causa de un accidente de tráfico, hubo detalles que no pasaron desapercibidos por la prestamista y la pusieron a sospechar si la historia era cierta o no.

De acuerdo con el relato brindado al informativo, al hacer un análisis más detallado del cuerpo se dio cuenta de que no aparentaba tener mayores lesiones por el supuesto impacto y el algodón colocado en su nariz estaba pegado. En las imágenes se veía a la mujer sobre una camilla con sus manos en el estómago y cubierta con una sábana.

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Al notar esto, la acreedora hizo una llamada telefónica a los familiares de la mujer y se percató de que ni su esposo ni su hija estaban pasando por una situación de luto. Incluso, se mostraron tranquilos, por lo que terminó que confirmar sus sospechas.

Pese a ser descubierta, la mujer no se mostró arrepentida y es la hora en que aún continúa debiendo el dinero que le fue prestado, concluye Tribun Medan.